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Ars longa, vita brevis

"En la víspera de su cuadragésimo cumpleaños, la académica egipcia, la profesora Haná, se encuentra sola y sin amor. Durante veinte años ha luchado contra un amor imposible por un colega inalcanzable y se ha convertido en una marginada en una sociedad donde la familia y los amigos lo son todo. Su vida está organizada en rutinas interminables, y sus emociones se esconden detrás de una fachada de profesionalismo severo pero sin alegría. Sin embargo, la fachada comienza a desmoronarse cuando su cumpleaños trae consigo la comprensión de que está a punto de convertirse en una solterona amargada de cuarenta años. Sin admitir la derrota, Haná determina que perderá su virginidad antes de su cumpleaños y pone su mirada en Khalid, su asistente de enseñanza. Un joven serio, trabajador y devoto, Khalid es un cómplice poco probable; sin embargo, los poderes de persuasión de Haná no conocen límites. Esta novela trata de dar un comentario animado, ingenioso, a menudo astuto, sobre las relaciones de género y poder tanto en el mundo académico como en el mundo árabe – una novela de 'campus' con una inclinación completamente diferente." Leyó Wanda por quinta vez esa noche, ni siquiera sabía porqué había elegido esa historia, dejó el libro que había comprado a un lado, no pasaba de leer la sinopsis, se recostó en la cama y sólo vio al techo dejando que sus pensamientos la invadan, al menos vería a Natasha ser feliz en esa clase, sólo tendría el perfil bajo todo el verano y volvería a tomar su camino.

Eso haría.

Aunque sólo podía pensar en la manera en la que Darcy se acercaba a Natasha, como la abrazaba a ella y la sonrisa sincera que le provocaba, no como la que le había dirigido que era sólo por gentileza, suspiró sonoramente, sabía que había perdido y tenía que afrontar su derrota, Natasha seguro ya no confiaba en ella, ni ella misma confiaba en ella, porque nada le aseguraba que jamás vuelva a tener un accidente de nuevo y no quería volver a ponerse de ese ánimo, amaba a su ex novia, por supuesto que sí y le deseaba lo mejor, en ese momento lo mejor no era ella, pero... ¿Por qué ahora sí?

Tal vez ni siquiera ahora ella era lo mejor, pero sólo se empeñaba en que así sea porque la quería de vuelta, sabía que su relación funcionaría si la basaban en algo más allá del amor, y ni siquiera una relación, ahora podrían sólo verse, tener citas, conocerse en otras circunstancias.

No creía que debía interferir, pero aún así lo haría, era su segundo verano no siendo estudiante, bueno ahora era estudiante libre, pero ya trabajaba, así que como dos adultas... podía tener otra oportunidad con Natasha, tal vez sólo mezclaba sus palabras y se decía a sí misma lo que quería oír.

...

No sabía en qué número de clase iban, eran tres veces a la semana y ya estaban por la semana cuatro, estaba disfrutando mucho el entusiasmo de todos por aprender, en especial de Wanda que parecía había leído todas las obras o buscó unos buenos resúmenes en internet, ya que ella siempre tenía preguntas y contestaba las pruebas perfectamente, era todo lo contrario a cuando fue su alumna de latín.

Se había quedado algunas clases a limpiar la pizarra y ofreciéndose a ayudarla a corregir los exámenes, se sentía extraña porque aceptaba que lo hiciera, era la antigua Wanda, la que se hizo su novia, no parecía la amargada que dejó, así que no podía evitar el quererla cerca de nuevo, sus bromas, su sonrisa, sus ojos, su manera de verla, todo era justo como lo recordaba, y aunque no quería olvidar lo malo, sentía que lo hermoso de su relación pesaba más que el término, lo peor es que se había convencido de que podían ser amigas, así que creía que eso eran, amigas.

– Tienes algo aquí... – Escuchó la rubia sintiendo la mano de Wanda en sus labios como si quitara algo y sabía que no tenía nada, pero notaba que coqueteaba, ahora lo hacía como más obvio, pues las otras veces que sintió lo mismo creyó que era más de su personalidad, pero ahora estaba segura de que lo hacía a propósito – Ya está... – Sonrió realmente cerca, estaban ambas sentadas en el escritorio del salón

Dead Language | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora