Dead Language | Wandanat

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Vive memor leti

Abrió los ojos estirando la mano a su lado, recordó que Wanda estaba en la universidad, se había despedido de ella antes de irse, se quejó abrazando una almohada, al menos faltaba menos para que ella llegue, se levantó estirándose un poco, desayunaría y le mandaría un mensaje a su novia.

Volteó a ver el hábitat de Zibby, no podía creer que dormir con su novia implicaba el que haya una araña gigante a su lado, no podía querer a ese animal, no decía nada por respeto a Wanda, pero no le tenía ni un poco de cariño a su mascota, frunció el ceño al verla completamente quieta, se acercó y la araña estaba como recostada con las patas hacia arriba, le dio unos toques al vidrio con los nudillos, tomó la vitrina por sus lados y la movió, nada, esa araña no podía estar muerta, su novia la mataría si encontraba a Zibby muerta después de una mañana con ella.

Natasha se apresuró a tomar la vitrina pequeña en la que Wanda la metía a veces, no cabía por el espacio en el que Wanda metía la mano para sacarla, ella no iba a tocar al animal ni aunque le paguen un millón de dólares o sea la mascota adorada de su novia, tomó un folder de manila y lo deslizó por debajo de la araña la cargó en el delgado cartón hacia la pequeña mesa que estaba enfrente del sofá en su habitación, se veía muerta, no había más que eso, no quería tocarla, pero estaba tiesa, tomó uno de sus lápices y con cuidado empezó a moverla.

– Zibby, cariño, despierta, por favor... Wanda va a estar muy triste si me encuentra con tu cadáver... – Dijo empujándola con cuidado con el lápiz, recordando que debía deshacerse de el, cuando Zibby reaccione – No me hagas esto – Estaba desesperada, empezó a buscar a los veterinarios de animales exóticos cerca de dónde vivía, creía que al que la llevaba Wanda era el más cercano, ni siquiera notaba sus patas moverse como reflejo de que recién había muerto

Se vistió rápido y creyó que sería mejor estar en el veterinario para que sea quien le dé la noticia de la muerte de su araña, el que ella la haya llevado allá demostraría que intentó hacer todo lo que pudo aunque haya sido inútil y tarde.

– Naaat... – Escuchó la voz de Wanda, sonaba cantarina, estaba subiendo por las escaleras

La rubia supo que debería de dar la noticia ella, creía que tendría más tiempo, se fue rápido a la puerta de su habitación antes de que entre y vea a su mascota.

– ¿Vestida tan temprano? – Cuestionó confundida tomándola de la cintura – Te extrañé demasiado – Besó su mejilla – Necesito tomar una siesta ¿Vienes conmigo para hacerlo?

– Bella... – Empezó diciendo abrazándola con fuerza, sabía que no reaccionaría bien

– ¿Qué pasa, mi alma? – Preguntó viendo a su novia a los ojos

– Escúchame, hoy desperté y vi a Zibby, se veía algo extraña, no se movía ni reaccionaba cuando golpee el vidrio, estaba por llevarla al veterinario, pero... – Vio los ojos de Wanda cristalizarse, se sentía horrible por ser quien le informe sobre esto

– ¿Dónde está? – Se limpió los ojos rápido, se sentía tonta llorando por su mascota – Quiero verla

Natasha indicó dónde la puso con la mirada, Wanda se acercó para verla de cerca, sabía lo desagradable que era Zibby para Natasha, así que el que la haya sacado de su vitrina e intentado llevarla al veterinario era realmente muy lindo de su parte, otra prueba de que la amaba realmente, al acercarse pudo suspirar de alivio, con calma fue al hábitat de su araña, Natasha la veía expectante desde la puerta, la castaña se inclinó y movió una especie de caja cubierta, con ramas y rocas, era la cueva que le había hecho a su araña, Wanda sonrió grandemente al ver a Zibby ahí, la cual empezó a escalar su mano como de costumbre.