Dead Language | Wandanat

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Ama et quod vis fac

Hizo que sus amigos se fueran cuando leyó el mensaje de su novia, tenían la música alta, reían, habían empezado a tomar vino, pero no había escuchado a Natasha entrar, trató de limpiar un poco la sala, después fue escaleras arriba hacia la habitación, sonrió entrando, su novia estaba recostada en la cama viendo su celular ni siquiera le dirigió la mirada.

– Hola, Nat – Sonrió quitándose los zapatos y subiéndose a la cama, empezó a gatear de la pateadera hacia ella

– Hola, Wanda – Suspiró seria, sintió como se recostaba encima suyo acomodando sus piernas entre las suyas besando su mejilla

– Te extrañé, mi vida, mi amor, mi alma, mi todo... – Emitió dejando besos sobre sus labios mientras con una mano tocaba su muslo y la otra la puso en su cuello

– ¿Estás ebria? – Alzó una ceja no correspondiendo sus besos

– Sólo tomé dos o tres copas de vino – Le restó importancia viéndola a los ojos – Eres preciosa... siempre te digo lo hermosa que eres por dentro, pero no por fuera... me encantan tus ojos, tu boca, tu nariz, tus pómulos, tus cejas perfiladas naturalmente, tu cuello, tu cuerpo... eres perfecta, Nat – Asintió pasando las uñas por su muslo y empezando a besarla – ¿Por qué no me besas? – Se alejó un poco de sus labios

– Wanda – Suspiró, no sabía si hablar ahora, notaba que la castaña no estaba totalmente ebria, sólo algo alegre y extra efusiva por el alcohol

– Sí – Asintió sentándose encima suyo acariciando su abdomen – Sí quiero que te mudes conmigo – Sonrió

– Wanda, no es eso... – La vio a los ojos cruzada de brazos

– Igual es un sí, a todo lo que quieras y gustes – Se agachó hacia sus labios – Sólo bésame, por favor

– Wanda, te escuché hablando con tus amigos hace rato... – Dijo finalmente poniendo su rostro hacia un lado para que no la bese

– ¿Qué decíamos? – Preguntó alejándose, sintió que toda la efusividad que sentía se había evaporado, estaba seria y asustada, no sabía ni que había hecho, pero se sentía culpable

– Les presumías el increíble sexo que claramente no tenemos – Emitió de inmediato, queriendo sólo hablarlo, que se aclare, para volver lo más rápido a su narrativa de noviazgo tranquilo y feliz

– Nat... no quería que escuches eso – Fue sincera mordiendo su labio inferior

– ¿Por qué lo dijiste?

– ¿Por qué te molesta? – Frunció el ceño – Para mí no fue ni un poco relevante

– Porque me hace sentir mal que tengas que inventarte que tenemos un sexo increíble en vez de decirle a tus amigos que lo que sea que pase en nuestra intimidad es sólo nuestro y no algo que tienes que estar diciéndoles – Explicó su punto

– Nat, estás empezando a subir la voz y no me gusta, vamos a hablar de esto, pero con calma – Tomó las manos de su novia descruzando sus brazos

– Lo siento – Aceptó respirando profundamente

– Está bien, estás molesta, lo entiendo – Sintió las caricias de ella en sus manos – Tienes razón, debo de guardar nuestra intimidad sólo para nosotras, no debí haber mentido

– ¿Por qué lo hiciste? – Agachó la mirada a sus manos juntas – Me hizo sentir que tal vez crees que después de tantas semanas el no acostarnos te haga ver mal o algo así