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Non metuit mortem qui scit contemnere vitam

Sentía que había pasado una vida entera desde que entró a ese lugar, terminó su primera clase, no podía negar que le había encantado volver a la rutina, pararse en frente de un salón, ver caras nuevas, olvidarse por completo de lo que había pasado en el último semestre, no había recordado nada hasta que terminó la clase y fue como si la realidad la golpeara.

– ¡Nat! – Escuchó la rubia cuando entraba al salón de maestros, sonrió al ver que la única en el lugar era Maria – ¿Cómo estás? – Emitió abrazándola

– Hola – Apenas alcanzó a decir, se sentía tan bien que alguien la reconforte

– ¿Está todo bien? ¿Cómo van las cosas por casa? ¿Tuviste un buen día? ¿Gustas café? – Preguntó rápido, en serio estaba emocionada de que Natasha esté de vuelta

– No, gracias, sólo tengo que hacer algunas cosas... – Sonrió ligeramente sentándose en la mesa en la que estaba Maria

– Okay – Se sentó a su lado – ¿Cómo estás, Nat? – Preguntó notando que estaba desanimada

– Mal – Rio ligeramente sintiendo que sus ojos empezaban a escocerle por las lágrimas – Wanda y yo terminamos, ella después del accidente se centró en que era un estorbo para mí, por más que le dije que yo sólo quiero apoyarla, ella no me quiere a su lado más, me aferré a que cambie de opinión, pero no... – Su voz se le quebró – Le devolví todo a sus papás, todas las cosas de Wanda, excepto por Zibby, ya cuando ella vuelva a casa le daré su mascota a sus papás, ellos tampoco quieren que me trate mal, tratan de hablar con ella, pero no siento que intervenir sea lo mejor, de todas formas... – Tomó aire y se limpió el borde de los ojos – Quise volver a trabajar porque no aguantaba estar más en casa, ni siquiera quiero volver ahí, creo que rentaré otro lugar porque todo me recuerda a ella y me duele mucho, María, no sé si no soy suficiente, si tal vez esta es la Wanda a la que me negaba a ver, no lo sé, pero yo quiero a mi novia de vuelta, la necesito conmigo, no sé sinceramente si fue el accidente o qué, pero... no quiero seguir en esto, tal vez lo mejor también sea aceptar que ella no me quiere como novia, y simplemente seguir con mi vida, tal vez conocer personas, o quizás irme de aquí, no sé... pero quiero que este dolor y sufrimiento se acabe de una vez, porque no aguanto llorar por ella todos los días, saber que ella no está bien y no poder hacer nada, ni siquiera acompañarla, la amo tanto que también me duele que no esté bien, yo la conozco y sé que cuando nadie la ve llora tanto de frustración, lo peor que le puede pasar a Wanda es sentirse inútil y sé que no ve el lado en el que se recuperará, si no se cuida como debe, tal vez nunca se recupere de ningún modo y me preocupa que sea así

– Nat... – Se acercó a ella abrazándola – No pensé que estabas pasando por todo esto tu sola...

– Por eso volví a trabajar – Sonrió respirando profundamente

...

... Hace semanas ...

Se sentía como si estuviera cansada totalmente, era una pesadez tan grande que hasta abrir los ojos le costaba, ni siquiera notaba que estaba hablando, menos aún que habían otras voces alrededor suyo.

– Nat... Nat... Nat... – Repetía incansablemente mientras intentaba abrir los ojos, cuando pudo hacerlo, la luz invadió su vista incomodándola, mientras las voces se volvían más claras

– Hola, Wanda... ¿Cómo te sientes, cariño? – Escuchó la voz de su mamá

– ¿Natasha? – Habló algo confundida con la boca seca

Dead Language | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora