Live Like You Race - F1

16: Anything can happen in a heartbeat

— Así que primera en la carrera y en qualy, que gran sorpresa — Mick se acuesta sobre mí mientras me rio, Daniel se sienta en una de los sillas frente a la camilla siendo acompañado por Lando.

— Siento lo de tu DNF cielo, Haas es una cagada — Su risa vibra en mi espalda acompañada por la risa de nuestros otros dos acompañantes, la puerta se vuelve a abrir pero esta vez Charles y Carlos entran en el espacio.

La carrera había acabado hace casi dos horas, entre podios y celebraciones en cuanto tuve la oportunidad me había escurrido a mi driver room para descansar un poco, no había sido la carrera más difícil de la temporada pero no me había sentido bien de salud esta mañana.

— ¿Por qué andan haciendo paella a la plancha? — Carlos quita a Lando de la silla para luego sentarlo en sus piernas, Mick apenas y se levanta unos centímetros antes de volver a caer sobre mí.

— Estoy molestándola — Señala con obviedad, Charles se sienta junto a Daniel en él reposa brazo y pese a que definitivamente no fue su mejor fin de semana, me sonríe.

— Molestar no, me estás acomodando los pulmones — Me quejo, Mick se rie y ambos nos acomodamos en la camilla para quedar sentados.

Compartimos una charla larga sobre la carrera hasta que se van yendo poco a poco, Lando y Carlos son los únicos que aún nos acompañan, están acurrucados el uno en el otro como usualmente, todos estamos demasiados cansados, Charles me acurruca entre sus brazos y deja besos cada tanto en mi cabeza.

— Vi que vas a estar en un pódcast mañana Lucie — Asiento medio aturdida por la relajación — ¿Sabes de qué va todo?

— No lo sé en realidad, sé qué es una cuestión de hablar de todo un poco, probablemente hablemos de mi vida, mi relación, mi empleo — Levanto los hombros restándole importancia, al fin de cuentas aún no sabía que preguntarían. — Es mañana temprano.

— El vuelo de Charles y mío sale esta noche — Añade Carlos mirando su reloj, tanto Lando como yo hacemos un puchero sintiéndonos abandonados por los Ferraris — Tenemos algunas cosas que cuadrar en Maranello.

— ¿Cuántos días se quedarán? — Me alejo de los brazos de Charles para mirarlo a los ojos, ambos estábamos acostumbrados a pasar tiempo distanciados, era parte del trabajo viajar lejos constantemente y no vernos por días. — Lo siento, solo no quiero estar sola en Monaco, no me he sentido muy bien.

— No te disculpes cielo, yo tampoco quiero estar demasiado tiempo alejado de ti — Me ofrece una sonrisa tranquila y se inclina para darme un pequeño beso, suave, también corto — A más tardar el jueves debo estar en Monaco amor, ¿te quedarás en la villa?

— No quiero estar sola en el departamento — Susurro apenada, volteo a ver a Lando quien inclina la cabeza hacia un lado, Carlos le niega con la cabeza intentando evitar que pregunte, no lo logra.

— Siempre puedes cruzar donde Max, ¿no?, ya están bien — Me muerdo el labio cuando Carlos le da una palmada medio fuerte en el brazo, Charles me abraza más fuerte, yo niego — Ay no, ¿qué pregunté?

— No estamos mal, pero... — Me trago el nudo en la garganta, aún dolía un poco, Max era mi hermano y sacarlo de mi vida por segunda vez estaba siendo un poco horrible, en especial porque aún no desidia si culparlo era una buena idea. — Es complicado

— No tienes que darle explicaciones, ya nos vamos — Carlos se levanta y saca a Lando del espacio casi a rastras, suelto un suspiro pesado y me quedo recostada en Charles por una cantidad de tiempo indefinido.

Ambos salimos de Paddock por nuestro propio lado como usualmente, cuando me subo al Porsche la curiosidad me hace mirar mi teléfono, lo primero que resalta es la historia de Max, el corazón se me hace aún más pequeño, ¿si había tomado la decisión correcta porque se sentía tan mal?, despejo mi mente y voy rumbo al hotel, queriendo hablar de nuevo con Max, pensando en si hice lo correcto.