Live Like You Race - F1

7: Love lies sometimes bring happiness

El auto se acomoda en el lugar designado y suelto el aire que había retenido mientras pasábamos junto a algunos fanáticos, no me malentiendan, había alcanzado a tomarme fotos con algunos, a autografiar algunas gorras o camisas pero no puedo mentir diciendo que la gente amontonada al rededor del auto me da un poco de pánico, no porque ellos nos vayan a hacernos daño, más bien porque el auto puede lastimarlos a ellos al estar tan cerca; aprovecho que Charles apenas se está medio quitando el cinturón de seguridad para retirar el mío mientras me relajo en el asiento, mi hombre me mira por un momento y se inclina sobre mí para darme un pequeño beso.

— ¿A la cantante, modelo y piloto de la fórmula 1 le da miedo un poco de gente? — Una sonrisa se dibuja en su rostro, empujo su hombro un poco, jugando y él suelta una carcajada. — No puedes culparme, todas tus carreras tratan de estar con personas.

— No son las personas — Me quedo cruzada de brazos frente a él, Charles se ríe de nuevo, por mi parte, le saco la lengua.

— ¿Entonces es el auto?, irónico, señorita — Aprovecha que está inclinado sobre mí para volver a besarme, esta vez por un poco más de tiempo que antes.

El beso se torna aún más profundo pero se ve interrumpido por un golpeteo en mi ventana, en cuanto nos separamos y miramos hacia el exterior podemos ver claramente a Daniel y Max haciéndonos señas, Charles se acomoda en su asiento mientras yo bajo la ventana, automáticamente Daniel literalmente se mete por medio de esta.

— Cool el besuqueo pre-carrera, pero ¿planean bajarse en algún momento cercano a ahora? — Daniel (quien literalmente tiene medio cuerpo dentro del auto) me da un beso en la nariz y sale del auto.

— Supongo que ahora que nos interrumpieron, debemos salir del auto— Charles sale del auto primero, Daniel abre la puerta para mí y me ayuda a bajar mientras mi chico saca las pertenencias de ambos del maletero del auto.

— ¿Necesitaban más tiempo? Tenían ahí como 20 minutos — Se queja Max mientras caminamos juntos hacia el acceso a paddock, suelto una carcajada mientras acomodo mi mochila en mi espalda.

Es un día soleado en Mónaco, tan soleado que me veo obligada a colocar mis lentes de sol (que lastiman un poco mi nariz aún resentida), eso más que una desventaja le aporta estilo a nuestra entrada, sonrió en grande cuando en mi cabeza se empieza a reproducir la canción de "Get out the way, Pretty boy comin' through, Me and my crew we swaggin' in the room" mientras algunos fotógrafos nos toman fotos; usualmente Charles y yo no entramos al paddock juntos, es una forma de mantener nuestra relación al margen de la competencia, sin embargo, estamos en Mónaco hombre, ¿qué mejor lugar para ser un par de enamorados que nuestro hogar?

— Bueno, señores, aquí nos separamos — Max le da una palmada en el hombro a ambos hombres a mi lado y me extiende el brazo para dirigirnos a nuestro hospitality.

Dejo un beso en la mejilla de Daniel y volteo hacia Charles para replicar mi acción previa, parecerá ridículo pero tenemos una clase de regla de no besos en espacios públicos dentro de la pista, le doy mi mejor sonrisa y le doy una mirada rápida al "amuleto" colgado en su cuello.

— Buena suerte jovencito — Su sonrisa ilumina su rostro en cuanto nota mi gesto, asiente hacia mí.

— Buena suerte señorita — Una carcajada escapa de mis labios sin poder detenerla, un par de miradas más tarde estoy atada al brazo de mi hermano rumbo a nuestro trabajo.

La ansiedad se puede oler por todos lados, incluso si aún falta un buen rato para la carrera en sí, todo el ambiente grita estrés, antes de sumergirme en la dinámica descargo mi mochila en mi sala personal, libero tensión y cambio mi muy lindo outfit por mi uniforme del equipo, vuelvo al garaje con la mente en el juego, entre llantas, estrategias y mucha ansiedad; el tiempo se escurre entre las manos cuando menos lo estás mirando dicen por ahí, apenas faltando 40 minutos para la carrera me meto en mi traje, doy las últimas miradas a las estrategias e intento que todo esté listo para cuando sea el momento de salir a pista, uno de mis ingenieros dice algo y me alejo del garaje para tomar aire, me recuesto en una viga por fuera del espacio y dejo que el sol me golpee en la cara con los ojos cerrados.