42: If the tide takes California...

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Tenía el cuarto campeonato en el bolsillo, sabía que al cursar la línea de meta mañana sería cuatro veces campeona del mundo, la primera mujer en lograrlo y la persona más joven con esta cantidad de titulos, sin embargo, desde que me desperté he estado con la cabeza en todas partes.

La relación que tengo con el equipo sigue fracturada, cuando subo al auto o en los test, no puedo simplemente dejarlo fluir como solía hacerlo, siento que en cualquier momento habrá otro error y mi vida dependerá de si la FIA decide creerme o si Horner dice la verdad sobre las cosas.

Charles lo sabe, sabe que estoy asustada por absolutamente todo y que desde mi cumpleaños no he dejado de querer llorar por absolutamente todo, ambos tuvimos un momento de pánico y luego uno de tristeza cuando por nuestra cabeza paso que las hormonas se debían a otra situación, pero como se estaba haciendo costumbre, el negativo nos escupió en la cara sin pensarlo dos veces.

— Pareces distraída hoy — Murmura Eli por décima vez esta tarde, ambas caminamos por el paddock con ciertas paradas para ver a fans o tomarme fotos, he cargado a unos 12 niños hoy.

— Lo estoy, supongo que es el conjunto de todo — Le admito finalmente mientras nos adentramos en el motorhome de Red Bull rumbo a mi habitación.

— ¿Te asusta no ganar el campeonato? — Eli no entiende muchas cosas de este mundo a complejidad, lo comprendo, para ella somos personajes que mantener en redes sociales, pero su pregunta está fundamentada en una hoja de papel.

— Me preocupa que esta sea la última carrera de mi vida, esa ha sido mi única preocupación desde Japón. — Se lo había mencionado a la psicóloga y aunque no quería adelantarse, sabíamos que mucho de mi pánico era por el estrés postraumático.

— No lo será, si sobreviviste a ese choque, probablemente mueras de vieja en una casa de retiro como la soltera que eres — Eli también era fanática de ignorar mi prolongada relación, pero no me desagradaba la mitad del tiempo.

— No hablo de chocar Elizabeth, hablo de no tener contrato — Murmuro exasperada, jodidamente me estoy poniendo de los nervios con rapidez — ¿Hay algo público que deba atender o puedo enfocarme en mis entrenamientos?

Eli me mira y hace una mueca antes de negar e irse, tampoco la había perdonado del todo a ella, tampoco es como si alguien de este jodido equipo se hubiese dignado a pedirme disculpas, no solo por no decir la verdad, también por dejarme jodidamente sola la carrera siguiente.

Había pasado de considerar a estas personas mi familia elegida a ser la peor clase de compañeros de trabajo que existen, demasiado orgullosos para hablar, demasiado enojados para cambiar nuestra forma de actuar.

Charles me había confesado que había invitado a Christian a mi fiesta de cumpleaños, pero que ni siquiera había visto su mensaje, y no niego que se sintió extraño, como una clase de ruptura rara donde no duele, pero tampoco se siente normal.

Cuando me encuentro con Luka a un costado de los motorhome y empezamos el entrenamiento tengo la cabeza en la música a todo dar que grita en mis oídos, en como cuando mañana cruce la línea de meta seré cuatro veces campeona del mundo, sin equipo y con un padre que deja mi vida para enfocarse en su familia real.

Dejo de saltar la cuerda de golpe y obligo a que Lukas me abrace para poder jodidamente llorar, porque por primera vez en 7 meses soy completamente de que Sebastian Vettel va a convertirse en una jodida leyenda que pasó por la Fórmula 1 y yo no me había permitido procesarlo completamente solo porque creí que si no lo veía no ser haría real.

— ¿Es ahora cuando busco a Charles o puedo tocarte sin perder las manos? — Me rio contra el hombro de Luka y sigo llorando mientras lo fuerzo a abrazarme, cada tanto necesito que alguien que no deba reconfortarme lo haga, solo porque quiere — Supongo que las últimas carreras significan algo grande, después de todo, esta ha sido tu temporada.

Live Like You Race - F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora