Extra 1: The real end of our story - After Susuka -

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Los últimos días de mi vida han sido esa clase de infierno del que no puedo salir, pero tampoco es como si quisiera hacerlo, ver a Lux conectado a esas máquinas ha sido esa clase tortuosa de pesadilla que me acompaña si es que logro cerrar los ojos, ella no parecía querer estar de vuelta pronto y eso me estaba matando.

No recordaba cuando fue la última vez que le dije que la amaba y ella me había visto a los ojos mientras lo hacía, recordaba darle un beso antes de la carrera, también recordaba que habíamos prometido ir a comer ramen luego, pero no recordaba decirle que la amaba y mientras le quitan la anestesia ruego porque ella si lo haga.

Mis manos se sacuden mientras los doctores la revisan, hay tantas máquinas y ese incesante pitido al ritmo de su corazón que me mantiene estresado, están bajando los niveles de su anestesia y sé lo grave que serán los siguientes instantes, mamá me llamó hace un rato y aunque me gustaría decir que su voz me transmitió calma como otras tantas veces, en realidad, estaba destruido, nada me daba consuelo.

Christian había estado llamando personas para que (en caso de que no despertará) pudiéramos trasladar a Francia, cerca de casa, para que nuestra familia pudiera cuidar de ella mientras la temporada llegaba a su fin, me había herido infinitamente que no aplazaran las próximas carreras, "es solo una piloto, el dinero perdido no se justifica con su ausencia" habían dicho en la reunión, y el golpe que me dio ese comentario iba a ser una herida permanente.

Los doctores se alejan y miran los relojes, hay silencio en la sala y un frio me atraviesa cuando su pulso se da al alza justo antes de derrumbarse, la línea plana se dibuja en el monitor y es como si le hubiesen drenado los colores al mundo, todo se congela, las manos me tiemblan y he dejado de respirar por mucho tiempo.

Hay un enfermero llevándome hacia afuera mientras los doctores le hacen RCP, pero yo peleo, la estoy perdiendo y algunos solo intentan alejarme de su cuerpo, sé que estoy gritando, altero la tranquilidad del hospital, pero ¿a quién le importa la tranquilidad?, la vida del amor de mi vida se drena sin descanso, han empezado los choques a fuerza violenta, su pecho se levanta, pero la línea persiste plana.

Cuento desde 10.

10 Te amo.

9 besos.

8 abrazos.

7 lágrimas.

6 gritos.

5 reconciliaciones.

4 sueños juntos.

3 recuerdos.

2 personas.

en 1 instante te pierdo.

La línea no se mueve y para mi pesar los médicos se alejan de su cuerpo, les ruego que lo sigan intentando, pero no me hacen caso alguno, dictan la hora de muerte, 19:28 y el amor de mí vida se ha ido para siempre, corro hacia ella cuando los enfermeros me sueltan y aunque su cuerpo sigue tibio, ella ya no está en él, no volveré a verla sonreír, no la escucharé canturrear mi nombre mientras volteo pancakes en casa.

No le contaremos a nuestros hijos como nos enamoramos, en general, no tendremos hijos y ya no podremos intentarlo, no la veré vestir mis camisetas por casa mientras me ruega que no le tome fotos para que su equipo no sé enoje, no viajaremos en horas poco prudentes, no habrá las vacaciones en la montaña que le prometí.

No habrá Lux y Charles, ni siquiera habrá un yo, sin ella no hay nada, me acurruco contra su mano sintiendo la ausencia de su pulso y sollozo, ¿cómo puede alguien en un instante perderlo todo?, necesito que despierte porque en mi cabeza todo esto es una broma.

Live Like You Race - F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora