La sensación que está sobre mí cuando subo al auto es tan agridulce como las últimas 22 horas de mi vida, las cosas habían pasado tan pronto y de manera tan desordenada que cuando me enfoqué solo en acelerar pude incluso ocultar el miedo que consumía todo mi sistema.
18 horas atrás.
Estaba decidida a largarme de esta maldita ciudad, cambiar mi novio y dedicarme a vivir de mis infinitas regalías hasta que el final de mis días llegase, pero entonces mi novio y el ejército de nuestros amigos apareció en la habitación dejándome sin otra opción más que hablar de como me sentía, como odiaba hablar de lo que sentía.
— ¿O sea que tu plan es irte, dejarnos atrás y luego qué? — He estado en el regazo de Mick por exactos 28 minutos mientras me arrulla y para sorpresa de nadie he empezado a quedarme dormida.
— Abriría una cafetería en el sexto círculo del infierno o en Verona y luego les enviaría postales para que pudieran visitarme — Charles gruñe desde el baño donde desempaca compulsivamente todas mis cosas.
No había estado en mis planes dejarlo sin más, el vuelo que había comprado (y que para este punto ya perdí) salía con el suficiente tiempo para contarle mis planes de irme a la mierda e invitarlo a unirse a mí una vez esta carrera hubiese terminado, al fin de cuentas que yo no tenga asiento no quiere decir que el tampoco deba tenerlo.
— Cada día tienes ideas más estúpidas, de tanto abuso ya se te fundió el cerebro — Suelta mi hermano y aunque nuestros amigos parecen darle una mirada consternada, yo me rio.
Nuestros traumas, nuestros chistes.
— No quiero tener que lidiar con la reacción de los fans cuando se den cuanta por un comunicado de la FIA que mi maldito equipo me dio la espalda — Supongo que el sensor de papá de Mick cree que estoy alterada porque parece arrullarme aún más.
— Si bueno, fallaste abismalmente, #redbullisoverparty está siendo tendencia en Twitter desde hace 5 horas — Russell me da su teléfono y no miento cuando digo que el corazón se me infla de felicidad al ver cuantas personas vienen a mi apoyo.
Contaba con una gran fan base que me daba su apoyo, lo sabía, pero eran momentos como estos en los que disfrutaba poder contar con ellos, vamos, sabía que no me devolverían el jodido auto, pero por lo menos eran jodidamente cálidos conmigo.
— Lux se está quedando dormida — Escucho a Lando decir y aunque quiero negar, mis palabras salen torpes y lentas.
Los chicos empiezan a salir de la habitación cuando Sebastian entra en el cuarto, se me había hecho raro no verlo con el ejército, en especial porque es él quien los lidera usualmente.
— Mañana vas a subir a ese maldito auto — Es lo que dice para saludarme y de no ser porque ya me deshidrate volvería a llorar por la tortura.
— No puedo, no firmé ningún documento que me dieron en esa estúpida reunión — Mick ya me había dejado en la cama, pero vuelve a sentarse a mi lado para acariciar mi cabello.
— Exacto, tú no firmaste una mierda porque la FIA lo hizo — Cuando el papel toca mis manos, apenas entiendo algunas cosas del anuncio.
No se extraña cuando salto sobre él para abrazarlo en medio de todos los chicos que conoce, en medio de la felicidad, pienso en lo horrible que habría sido si esto pasase el próximo año, cuando el ya no esté aquí.
— ¿Pero como es posible? — Limpio mis lágrimas con algo de agresividad antes de que Max me obligue a dejar mi cara libre. — El equipo, ellos, no querían.
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Live Like You Race - F1
Fanfiction«El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo» es un proverbio chino del que parte el efecto mariposa, este nos explica que dadas unas circunstancias peculiares del tiempo y condiciones iniciales de un determinado sis...