43: Welcome to the final show.

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La tarde siguiente, cuando entre al paddock, había dos cosas seguras, la primera era que el lujo era indispensable en este deporte y la segunda es que RedBull es un jodido CAOS, el equipo de Max salta entre mi Box y el de él mientras mi equipo no está en ningún lugar para ser encontrado.

— ¿Qué mierda está pasando? — Murmuro a Max cuando el desastre en nuestro equipo se hace jodidamente evidente, Piero es el primero en vernos y casi se nos tira encima.

— ¿Es cierto que renunciaste ayer? Porque tenemos una puta catástrofe y no sé si golpearte o besarte los pies — La mirada de Max va a la mía y sus ojos se abren de sorpresa.

— No se dé donde sacas que renuncié, fue el equipo quien no me renovó — Contesto, puedo sentir que las cámaras nos están apuntando, por lo que intento actuar lo más naturalmente.

— Bueno, pues tu mensaje mando a la mierda todo el equipo, porque toda tu línea de trabajo renuncio entre ayer en la noche y hoy en la mañana — Max coloca su mano debajo de mi mandíbula para evitar que la abra de par en par mientras Piero continua — Y eso no es lo peor, al parecer no hay uno solo de ellos que no tenga ofrecimientos de otras escuderías o categorías.

— Wow, a eso le llamo yo poder femenino — Intenta bromear Max, pero yo estoy riéndome de los puros nervios.

— Destruí el imperio de Horner con un mensaje de texto, joder — Mi voz está cagada de nerviosismo y sorpresa.

Cuando envíe ese mensaje no tenía ningún interés en causar caos en el equipo, era más que todo una forma de descargar mis emociones porque si sigo tragándolas me voy a estrellar contra un muro enorme llamado crisis y aunque podría internarme en un hospital mental, hay un campeonato que ganar, una gloria que conseguir.

Me quedo quieta en mi lugar cuando en medio del pánico de todo veo a nada más y nada menos que el mismísimo Mark Mateschitz caminar hacia ambos con la cara más sería del jodido planeta, siento una simple gota de sudor bajar por mi espalda hasta que está frente a ambos.

— Joven Lux, sígame por favor — Se da una simple vuelta y camina lejos de ambos, y yo lo sigo, cada paso que doy se siente como el capítulo final de cualquier serie de superhéroes donde por algún maldito motivo el héroe muere y su novia termina con el mejor amigo porque "es lo él hubiese querido"

Una mierda, no quiero morir o que mi novio se acueste con mi mejor amigo, aunque su beso esa vez fue caliente, sería bueno verlos besarse de nuevo, tal vez lo harían por mí, Charles luego de eso fue el hombre más sexy del mundo así que no le haría mal a nuestra relación, igual debo esperar que ellos lo deseen.

— Señorita Lux, por favor entre — caigo en cuenta de que nos detenemos frente a la oficina de la que ayer salí casi congelada por el pánico y el aire se me bloquea en la garganta.

Una vez entre las cuatro paredes espero que cualquier cosa suceda, pero cuando veo que Christian ni me mira creo que todo puede pasar.

— El equipo valora su posición como piloto de una inmensa manera señorita Lux — Comienza Mark bajo la atenta mirada de los 3 hombres en la sala a demás de mí — Valoramos su sacrificio y entrega tanto deportiva como emocional a este equipo y nos consideramos afortunados de ser la razón por la que llegó a Fórmula Uno.

Asiento despacio, manteniéndome en silencio porque no se que se supone que deben causarme todas estas adulaciones momentáneas y aun procesando por qué este hombre que probablemente tiene mejores cosas que hacer está frente a mí y los otros cuatro hombres.

— Por lo que no podemos darnos el lujo de perderla, señorita Lux, su permanencia en el equipo simboliza muchísimo más para nuestra marca de lo que cree — El hombre se desliza donde debería estar sentado mi jefe y la sala se abruma por su imponente imagen. — Es por eso que vengo a darle su nuevo contrato y a decirle que las reformas necesarias serán hechas si eso la convence de quedarse, iniciando por quitarla de la línea de subordinación de Christian.

Live Like You Race - F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora