CAPÍTULO 3

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Frustrada:

Jihaein

─ Veeeenga tía, cámbiate rápido el vestido ─ me repite por quinta vez An en los vestidores.

─ ¿Aguarda un momento quieres? ─ respondo con simplicidad mientras voy quitándome las balerinas.

─ Jihaein por favor ─ me ruega haciendo berrinche como una niña pequeña, a veces es demasiado insoportable y no hay nadie quien la detenga.

─ ¿Cuál es el problema An? ─ le echo un vistazo a mi celular asegurándome de que quizás me haya llegado un mensaje nuevo ─ Digo... No siempre estás así de... Mmmh ¿desesperada?

─ Hoy es distinto ─ la mirada que me da se presta para muchas cosas ─ Vamos apresúrate por favor ¿si? ─ me sonríe de la manera más angelical posible.

─ Eres un fastidio ¿sabes? ─ por el contrario yo solo resoplo cansada.

─ Lo sé ─ responde como si le hubiera dicho un cumplido ─ Para facilitarte las cosas, ya arreglé tus patines y las mallas en tu bolsa, tu ropa de cambio está sobre sobre tu maleta ─ pero que convenida ─ Solo faltaría que te saques ese deslumbrante vestido y estaría todo listo.

─ Va va ─ me limito a responderle ─ Espero no sea por una estupidez por la que me estás metiendo tanta prisa An ─ con ella no se sabe con qué cosa te puede salir, para ser la mayor definitivamente le falta carácter y seriedad y mi amiga claramente es todo lo contrario a eso.

─ Pfff ─ refunfuña frunciendo el entrecejo ─ Deberías respetarme porque aún sigo siendo mayor que las tres.

─ Entonces si eres la mayor por qué no vas sola y me dejas respirar tranquila ─ contraataco con un atisbo de socarronería en mi voz.

─ ¡Ugh! ─ veo como chilla dando saltitos en su propio lugar ─ ¿Siempre tienes algo con lo que responderme no es así mocosa?

─ Sip ─ desenvuelvo un chicle que traía en el bolsillo de mi mochila y me lo meto a la boca restándole importancia.

─ Si no fuera porque eres la favorita de Yoon ya te hubiera golpeado ─ me ruge enfadada, yo me aguanto la risa que está a punto de escaparse de mis labios.

─ Y la mejor te faltó, guapa ─ le guiño un ojo a la vez que entro a los vestidores a cambiarme.

Escucho cómo lanza maldiciones al aire, es muy fácil hacerla enojar, no pude evitar reírme de lo escandalosa que estaba siendo.

Pasó no mucho en realidad, cuando salí vi cómo ella le sonreía a la pantalla de su celular ─ seguro era alguno de esos chicos con los que normalmente salía, nada raro, ya me había acostumbrado a verla coqueteando ─ tuve que aclararme la garganta para que saliera de su burbuja llena de amor, me asqueaba ver lo cursi que se ponía con un simple mensaje de quien sea que le esté escribiendo.

─ Ay por favor no me mires así ─ me reclama ─ ¿Acaso a ti nunca te han escrito?

─ Sí, pero no boto baba justo como lo estás haciendo tú en este momento ─ la fastidio y ella involuntariamente lleva su mano hacia su boca ─ Que era broma, tonta ─ empiezo a reírme con ganas.

─ ¡Ya! Cállate y mejor apurémonos ─ cuelga su bolso de lado y su maleta en el hombro.

─ Qué tonta ─ sigo carcajeándome por los pasillos con la pequeña mochila que siempre llevo a todos lados y mi maleta donde guardo el vestido, los patines y los demás implementos que suelo utilizar en una presentación.

Voy despidiéndome de las demás chicas, que me sonríen y me saludan, no las conozco a todas sin embargo son bastantes empáticas.

Recorremos todo el lugar hasta llegar a la puerta de salida, varios automóviles se encuentran afuera esperando a las jóvenes que vinieron hoy desde muy lejos para ser anunciadas en la competencia final.

ᴅɪꜱᴏʀᴅᴇʀ ⇝ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢ ᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora