ᴅɪꜱᴏʀᴅᴇʀ ⇝ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢ ᴋᴏᴏᴋ

CAPÍTULO 13

Socio:

Jihaein

El grito ensordecedor de Hobi me hace volver a la realidad, asustándome por la típica reacción que hace cuando se entera que estuve con Taehyung.

─ ¡¿POR QUÉ NO ME DIJISTE QUE HABÍA LLEGADO?! ─ chilla emocionado.

─ Baja la voz por favor ─ pido en un susurro bajo viendo cómo los estudiantes que pasan por nuestro lado se quedan mirándonos como si estuviéramos locos.

─ Es que no entiendo cómo puedes estar así de tranquila cuando anoche saliste con Kim Taehyung ─ sus ojos agrandados lo hacen con una chispa de gracia ─ Es que joder Jihaein, tienes al empresario más guapo comiendo de tu mano.

─ Claro que no ─ lo contradigo ─ Solo estamos saliendo para conocernos más.

─ Apuesto lo que quieras a que ya se conocen hasta el alma ─ comenta divertido.

─ No seas tonto Hobi ─ le doy un manotazo en el hombro ─ Y habla más despacio, no quiero que todos aquí sepan con quien estoy saliendo.

─ Ni quiiri qui tidis iquí sipin cin quiin istiy siliindi ─ responde arremedándome lo cual desata la escandalosa risa por parte de ambos ─ Si yo fuera tú Jihaein, definitivamente presumiría al chico que me estoy comiendo.

─ Que hables más despacio tontooo ─ le miro mal ─

─ ¿Me lo vas a negar acaso? ─ contraataca burlón.

─ Sí, porque no me lo estoy comiendo.

─ Como sea, tu secreto está a salvo conmigo dulce Jihaenie.

Ruedo los ojos por su forma tan particular que tenemos de conversar, él pasa su brazo por mi hombro, vemos los diferentes chicos y chicas que se apresuran a llegar a sus salones, otros que simplemente salen desganados de la hora de clase, nosotros vamos riéndonos y criticando los atuendos de los estudiantes.

Hobi es como la amiga chismosa con la que puedes hablar absolutamente de todo.

Llegamos hasta la gran portada de la universidad y de un momento a otro Hobi me empieza a taladrar la costilla a codazos, le miro enojada y dispuesta a golpearlo.

─ ¡¡¿Pero qué demonios te sucede gran loco?!! ─ le rujo en la cara sobándome la parte donde estuvo golpeando insistentemente.

Él solo me gira la cara como si fuera un muñeco y cuando estoy a punto de lanzarle mi puño, me sorprendo con la fortuita presencia que yace recostado en el auto mirándome con un sonrisa que pone a mi estómago a volar a garzas enormes.

─ No puede ser, no puede ser ─ dice Hobi a mi costado, fascinado por el hombre que se encuentra frente a nosotros ─ Pero qué haces niña tonta ─ me reclama ─ Vé con él ¿por qué aún sigues aquí?

─ Pero hoy iríamos juntos.

─ Olvídate de mí y concéntrate en la perfecta escultura de ese hombre ─ sonríe ─ Shu shu, ve Jihaenie, hoy tomaré el autobús.

─ Pero si nunca tomas el autobús ─ respondo confundida.

─ La situación lo amerita ─ me guiña el ojo ─ Ya vete antes de que te empuje y tropieces como siempre lo haces ─ me despeina el cabello.

─ ¡Oye! ─ le quito su mano de mi cabeza.

─ Chausito ─ declara caminando por la vía que da justo a la parada de autobuses ─ Quiero que me cuentes todo mañana por favor.

─ Hobi...

─ Por favoooor ─ suplica como un bebé.

─ De acueeerdoo.