Jihaein, una joven patinadora de 19 años con una vida bastante miserable, las constantes peleas y riñas la han llevado a desarrollar diferentes conductas respecto a su entorno, convirtiéndola en una persona calculadora, esa máscara la ha hecho resal...
─ ¿No piensas responder ese teléfono? Lleva más de media hora sonando ─ reniego por el molestoso ruido de ese aparato que no me deja dormir.
─ Deja que siga sonando ─ responde mi amiga con los brazos cruzados mientras ella mantiene la vista fija en la TV.
─ Al menos apágalo ─ me tapo los oídos con la almohada ─ ¿A quién estás evitando?
─ Jimin... ─ dice casi con lamento ─ Lleva así desde hace dos días, pero ni piense que le hablaré tan fácilmente.
─ Ashh An, ya dile algo o llámale, no sé, pero haz algo, antes de que tire ese celular por la ventana.
─ Lo apagaré ─ termina diciendo a la vez que se levanta de la cama y va hasta la mesita de noche y veo cómo apaga su móvil.
─ Gracias a Dios ─ me alivio por el silencio tan cómodo que ahora hay ─ Ahora sí, buenas noches.
─ Buenas noches Jihaein ─ se pega a mi lado abrazándome mientras sube su pierna a la mía.
A medianoche escucho unos sollozos ahogados provenientes de mi amiga. Me giro viéndola cómo está hecha una bolita en una esquina de la cama.
Es muy sensible ante lo más mínimo.
─ Ven aquí ─ la atraigo hacia mi pecho y la abrazo ─ Soluciona las cosas con él, no te enojes por mi culpa con él.
─ E.es que fue muy tonto al decir eso ─ las lágrimas aún retenidas en sus ojos me aprietan el corazón ─ Te prefiriría mil veces a ti antes que a él.
─ No digas eso ─ hago que me mire ─ Espero que nunca te toque hacer esa elección, no quisiera que perdieras algo tan importante como lo es Jimin, no es igual la amistad al amor An.
─ Pero una siempre dura para siempre ─ me contesta hipando consecutivamente.
─ Ya no pensemos en eso ¿si? ─ digo a lo que solo hace un ruidito asintiendo.
─ Te quiero mucho Jihaein ─ susurra muy bajito ─ Ya lo sabes pero aún siempre te lo voy a recordar.
─ Yo también ─ sonrío escondiéndola en mi pecho y luego solo oigo sus respiraciones pausadas, indicio de que el sueño por fin la ha vencido, por lo que yo también lo hago cerrando los ojos, quedándome dormida con mi mejor amiga en brazos.
[...]
─ ¡Ahí estás! ─ dice Yoon Mi llegando corriendo hacia mí ─ Pensé que no ibas a venir ─ la voz agitada que tiene me hace gracia ya que ella es la que siempre para diciéndome lo mala que es mi resistencia.
─ Primero que nada, buenos días ─ comento burlona ─ ¿Qué pasó? ¿Por qué estás así?
─ Jihaein ─ ahora su voz se vuelve firme y hasta parece como si estuviera molesta ─ Siempre te dije que no te metieras en problemas niña.
─ ¿Uh? ─ pero si ni siquiera he hablado con alguien en los últimos días ─ ¿De qué problemas hablas?
─ Estoy en un gran problema ─ comienza caminando de un lado a otro totalmente preocupada.
─ Oye oye ─ la paro antes de que me maree ─ ¿Puedes explicarme? No estoy entendiendo nada.
─ Jihaein ─ le cuesta decir mi nombre ─ Tengo que sacarte de la Competencia.
¿Cómo dijo?
─ Los padres de Hae se quejaron con el consejo deportivo, aludiendo que tú eras la causante de su accidente ─ me mira triste ─ Ellos decidieron sancionarte hasta que se investigue todo a fondo, si te encuentran culpable... ─ se detiene un momento ─ Serás retirada de todo, no podrás patinar otra vez, no profesionalmente.
Deben estar jodiéndome, entiendo que primero el novio de An piense eso, ya que no somos muy cercanos y piense que soy una mala persona, pero que ahora vengan sus padres de esa mentirosa a decir eso, debe ser una broma de mal gusto.
─ No puedo creerlo ─ estoy con el enojo a mil ─ Yoon yo no tuve nada que ver con ella, te lo juro ─ confieso desesperada ─ Ella se desquitó conmigo por haberla encontrado con su novio en los baños.
─ ¿Qué? ¿Los encontraste en el baño? ─ murmura incrédula ─ ¿Que estuvieron haciendo?
Ruedo los ojos fastidiada ─ Pues que más harían una pareja de novios en un baño, a solas Yoon Mi.
─ ¿Por qué no me lo dijiste Jihaein? ─ ahora es ella quien está enfadada.
─ Quería solucionarlo yo misma y que no se involucre nadie más.
─ ¿La amenazaste? ─ parece aún más asombrada ─ Debiste dejármelo en mis manos.
─ Bueno... no fue exactamente una amenaza ─ contesto nerviosa ─ Puede que sí haya sido una amenaza... pero no me refería a mandar a golpearla hasta dejarla inconsciente ─ continúo ─ Eso hubiera hecho yo sola ─ susurro para mí sola ─ Pero sabes que no soy así.
─ Ve a casa y déjame arreglar esto ─ me advierte ─ Ya no metas tus narices en esto Jihaein ─ ordena.
─ No es justo que tomen una decisión sin siquiera haberme interrogado antes ─ farfullo molesta.
─ No hagas ni digas nada estúpido ─ continua con el semblante serio ─ Por favor Jihaein, arreglaré esto.
Y sin más, me marcho de allí, totalmente indignada. Sabía que Hae era demasiado manipuladora pero no pensé que llegaría hasta estos extremos.
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