Jihaein, una joven patinadora de 19 años con una vida bastante miserable, las constantes peleas y riñas la han llevado a desarrollar diferentes conductas respecto a su entorno, convirtiéndola en una persona calculadora, esa máscara la ha hecho resal...
Acomodo todo en la sala, la cocina, lavo todo y lo pongo en orden con la intención de ir a dormir temprano, apago las luces de esta, me dirijo hacia la sala donde todo yace perfectamente arreglado, cuando estoy a nada de tocar el botón del interruptor, un toque a la puerta me hace desviarme de mi objetivo.
No tengo ningún mensaje de An diciendo que llegaría o que le abriera la puerta, ya que claramente ella no cuenta con una llave.
Todo esto me parece tan extraño.
Cuando todo se queda en silencio otra vez, pienso que quizás fue un error o que se confundieron, pero nuevamente el mismo golpe vuelve a resonar, voy a pasos torpes por culpa del sueño y el cansancio acumulado.
Giro la manija con la intención de encontrar a cualquier persona, menos a la que está parada ahora frente a mí, lleva una sonrisa de lado plasmada en su rostro, el cabello negro donde pequeñas gotas de agua se llenan en las puntas.
─ Jihaein ─ la manera en que la siempre me llama me da escalofríos ─ Pensé que no estabas en casa hasta que ví que las luces traseras se apagaron.
Yo sigo viéndolo, no me muevo de mi lugar, estoy con la puerta entreabierta y yo en medio. Él mira por encima percatándose del profundo silencio que ahora reina adentro.
─ ¿No hay nadie? ─ se atreve a preguntar ahora desviando sus oscuros ojos hacia los míos en busca de alguna respuesta.
─ ¿Qué quieres? ─ salgo del pequeño trance y lo encaro ─ Creo que ya es mucho que me sigas en la calle y que ahora vengas hasta aquí solo para preguntar estupideces ¿no lo crees?
Carcajea con mi enfado y eso solo me incita a darle un buen golpe ahí mismo, cuando su irritante risa cesa me mira profundamente tratando de intimidarme, pero solo mantengo mi mirada firme, sin mostrar alguna expresión de comodidad.
Se yergue acortando la distancia entre nosotros, ahora con una mueca seria y hasta fría.
─ Creo que no estás entendiendo ─ habla pausadamente tomando respiraciones en cada sílaba ─ La imagen intachable que dabas a conocer escondía a una chica agresiva y vengativa detrás de esa máscara.
─ Mira, no te entiendo, ni tampoco pretendo hacerlo ─ mi voz sale dura a la vez que él me examina detalladamente ─ Si viniste a decir eso, puedes irte.
─ ¿Ahora te haces la desentendida? ─ cuestiona ─ No sabía que tenías la mentalidad de un criminal ─ frunce el ceño mientras sus manos se hacen puños ─ Mandar a golpear a alguien débil solo por envidia.
Así que era eso.
─ Si te refieres a lo de tu nov... ─ frena todo agarrándome fuerte de la mandíbula.
─ No me gusta que me interrumpan Jihaein... ─ sus ojos son dos pozos oscuros cargados de ira contenida ─ Y quiero que lo vayas entendiendo... ─ su agarre se vuelve más fuerte, llegando a dolerme y crear una mueca por esto ─ ¿En serio fuiste capaz de hacerle eso a Hae? ─ me remuevo más por el gran dolor que está ejerciendo en mí ─ ¿Por qué? ─ sus dedos se relajan y cuando creo que va a soltarme solo vuelve a hacerlo con más fuerza ─ ¡¿POR QUÉ LO HICISTE?!
Me logro zafar de su apretón, me duele tanto que el simple roce con mis dedos me hacen quejarme, miro al hombre parado frente a mí, no parece asombrarse con lo que acaba de hacer, solo se mantiene serio y con una casi sonrisa en el rostro.
Ahora mismo tengo las enormes ganas de golpearlo por haberme tocado, retrocedo un poco cuando lo veo acercándose hacia mí, lo empujo tratando de agrandar la distancia entre ambos.
─ Pedazo de idiota ¡¿Qué mierda te sucede?! ─ le rujo en la cara ─ Que nunca se te ocurra volverme a poner siquiera un dedo encima psicópata.
─ No había terminado.
─ Me vale tres quintales de mierda que no lo hayas hecho ─ respondo más que furiosa ─ Si viniste por la estúpida de Hae, déjame decirte que eso no lo hice yo ─ exclamo fuerte ─ No sé en qué tipos de problemas haya estado tu noviecita, pero no me metas a mí, que yo no tuve nada que ver con ella ─ agrego ─ Todo empezó por ella que se me acercó a querer manipularme a no decir nada por haberlos encontrado en el baño la otra vez.
─ ¿Pretendes que te crea esa ridiculez? ─ inquiere burlón ─ Por favor Jihaein, invéntate algo más creíble que esas tonterías no son peleas de adolescentes celosos.
─ Espera ─ lo paro en seco ─ ¿Crees que yo tengo celos de Hae? ─ ahora la que se burla soy yo.
─ Eso explicaría muchas cosas ─ sonríe de lado ─ Por ejemplo el que hayas mandado a golpearla.
─ Yo no fui ─ estoy exasperada por lo mismo de siempre ─ Eres la cuarta persona que me dice eso, pero no fui yo, si me crees o no, no me interesa ─ decidida a cerrarle la puerta en la cara, frena todo movimiento poniendo la punta de su zapato en la abertura de esta.
─ Solo te lo diré una vez Jihaein ─ murmura con un tinte de voz siniestro ─ Así que más te vale que escuches.
No lo dejo terminar, ya que logro sacarlo a la fuerza de mi casa, los insistentes golpazos a la puerta solo me ponen más estresada, le escucho gritar desde afuera una sarta de disparates.
Voy hasta el segundo piso y me encierro con llave desde mi habitación, me entierro en las sábanas y me cubro todo el cuerpo, todo en mí lo siento tan pesado, me siento cansada.
De un momento a otro, lo que parecía tranquilidad en mi vida o bueno eso es lo que quería creer, viene un completo desconocido a desmoronarlo todo.
Me pregunto qué estarán haciendo ahora mamá y Yoongi, por ratos quiero llamarlos pero sé que ni siquiera contestarán el telefóno al ver mi nombre en la pantalla. La relación que tengo con mi familia tanto con el exterior, está jodida completamente. Muchas veces la causante de todo eso he sido yo misma, desde muy pequeña fui muy arisca con todo y con todos, supongo que esa fue la razón por la que hoy en día estoy viviendo esto.
La visita de Tae alivió un poco este ambiente tan cargado, sé que si él no hubiera aparecido estaría perdida con tantos problemas.
El sueño de a poco se va apoderando de mi cuerpo, los ojos se me cierran automáticamente y caigo en un estado de reposo absoluto, escucho a lo lejos el sonido de mensajes de mi celular pero yo solo me concentro en relajarme aunque sea por algunas horas, en cuestión de minutos me quedo profundamente dormida.
•••
La universidad no es tan divertida :c me exprime completamente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.