Eres mía
Seoul, Olympic Park, 11.00 pm
El frío adornando la áspera y oscura noche alberga el sentimiento de inquietud en cada rincón de aquel espacio. Una mente pensando en las múltiples maneras de poder sentirse en paz y otra totalmente ajena a lo que está pasando a su alrededor.
Los patines chocando contra el duro hielo y en cada movimiento ocasionando el leve desprendimiento de este, llena la satisfacción de estar haciendo las cosas bien. La presencia de una sola persona en aquel gran lugar es suficiente para deslumbrar con la impresionante danza de movimientos delicados y perfectos que acompasan con el pequeño cuerpo que se encuentra dando giros y vueltas en el aire, el cabello recogido en un moño despeinado la hacen ver aún más irreal y que los ojos le brillen de la manera como lo están haciendo ahora, solo confirma que ella nació para esto, para ser la pieza que faltaba en todo este enigmático puzzle de movimientos, para brillar aún cuando pareciera que nadie la ve.
De un lado a otro se mueve, una y otra vez, la respiración agitada parecen incentivarla a intentarlo una vez más. La perfecta sincronía con la que mueve las manos y las piernas se alzan logrando un giro limpio y sin errores, es realmente de admirar. La música de fondo acompaña y cae como anillo al dedo a todo lo que está haciendo. Cuando todo indica haber terminado se levanta llevando consigo su bolso, todo esto muy ajeno a los oscuros y hambrientos ojos que la observan desde una de las tribunas.
─¡Maldición! Es tardísimo ─ se queja mientras se apura en recoger y guardar todas sus cosas en el bolso ─ Mamá me matará.
Los pasos silenciosos que se efectúan fuera de aquella habitación se detienen justo delante de la puerta que dan vista a la chica desesperada por buscar las llaves de su casa, abre lentamente tomando el pomo de la puerta y va entrando tranquilamente hasta quedarse recostado de esta, mirando cómo ella sigue batallando y lanzando maldiciones al aire al no encontrar el objeto que está buscando, se detiene a observarla minuciosamente y el sinfín de pequeños detalles lo hacen querer quitarle la ropa allí mismo.
─ Por favor por favor ¿Dónde están? ─ balbucea buscando entre los múltiples cajones de los estantes ─ ¡Te encontré! ─ la sonrisa que da por cosas tan insignificantes como esa producen efectos tardados en él ─ Bien ahora sí ─ se da media vuelta para colgar el bolso en el brazo pero antes de que esto suceda, da un grito al verlo parado frente a ella ─ ¡Qué te sucede! ¡Casi muero del susto! ─ se toca el pecho calmando su acelerada respiración, ya más calmada se devuelve hacia él ─ ¿Qué haces aquí Jeon?
Él no le responde y solo mantiene su mirada penetrante en ella y cada acción que haga, esto la inquieta y hasta la pone nerviosa, intenta disipar aquella tensión creada momentáneamente agarrando el bolso y verificando que todo esté en orden, quiere seguir y salir de una buena vez de ahí pero no puede, no cuando el pelinegro la está mirando como un depredador al acecho.
─ Jungkook ─ carraspea haciendo que sus ojos se posen en los de ella ─ ¿Necesitas algo? ─ el sudor corriendo por las palmas de sus manos no ayudan en nada, al contrario solo la impacientan más.
Al no obtener una respuesta considera que es mejor irse antes de seguir ahí haciendo preguntas que por lo visto él nunca va a contestar. Cuando pasa por su lado y sus hombros se rozan es señal suficiente para que él la tomé del brazo y la lleve casi corriendo por aquel pasillo angosto sin iluminación.
El pulso disparándole por cada parte de su cuerpo ataca sus sentidos y la adrenalina se eleva queriéndola hacer correr y correr y nunca parar.
─ ¿A dónde me llevas? ─ él solo respiraba profundo mientras que su mano la sostenía fuertemente no queriendo que se escape de allí mismo ─ ¡Yah! Suéltame ─ forcejea pero solo logra que él ejerza más fuerza ─ Jungkook...
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ᴅɪꜱᴏʀᴅᴇʀ ⇝ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢ ᴋᴏᴏᴋ
FanfictionJihaein, una joven patinadora de 19 años con una vida bastante miserable, las constantes peleas y riñas la han llevado a desarrollar diferentes conductas respecto a su entorno, convirtiéndola en una persona calculadora, esa máscara la ha hecho resal...