CAPÍTULO 16

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Irritable:

Jihaein

─ ¡Ya levántate de una vez An! ─ reniego con la chica que está echada felizmente sobre mi cama ─ Duermes como un oso.

─ Shhh shhh ─ musita adormilada cubriéndose con las sábanas.

─ ¡An por favor levántate! ─ insisto jalándola de los pies.

─ ¡Oblígame! ─ forcejea aún acostada ─ Vete y déjame aquí durmiendo Jihaein ¡no seas egoísta y deja disfrutar de su sueño a tu mejor amiga! ─ empieza a lloriquear.

─ No seas dramática por Dios ─ no puedo creer que sea así ─ Ya va a ser media mañana An, tenemos que comer.

─ Tú eres la que sabe cocinar ─ medio entreabre sus ojos ─ Así que, ¡aliméntame!

─ Eres peor que un niño pequeño ─ me quejo vistiéndome de mala gana ─ Espero que ni siquiera te aparezcas por la cocina cuando esté lista la comida ─ advierto.

─ No serías capaz de dejar morir a An so-hyun de hambre ─ dice con voz mimada.

─ Nos vemos ─ salgo de mi habitación.

Estos días conviviendo con An, han sido un martirio, nunca había conocido a alguien con el sueño tan pesado como lo tiene ella, tenía que despertarme media hora antes para levantarla haciéndola renegar y luego se quede ahí sentada mirando hacia la nada, An es muy complicada, es como si estos días estuviera a cargo de una nena de 5 años.

Bajo a la cocina, me froto los ojos despejando todo mal sueño, voy hacia la encimera en donde se encuentra el mandil ─ soy una loca con todo lo que tiene que ver con la limpieza ─ saco todo lo que habíamos comprado el día de ayer: cereales, yogurt, galletas, mucha pero muuuuchaa leche, An suele tener complejos de gato, en todo momento se pasa atiborrándose frascos de leche, nunca se cansa, sin embargo a mí no me gusta la leche, le tengo cierta repulsión por un trauma que tuve de pequeña. También compramos frutas y una mínima parte de verduras, ya que An se puso a dar brincos en medio del pasillo del supermercado porque no quería llevárselas, tuve que taparle la boca y sonreír haciendo de que nada pasó, pues muchas personas miraban la escena negando con la cabeza al ver a mi amiga casi llorar cuando vio el carrito lleno de brócolis.

Como patinadores mantenemos una dieta estricta, nada de calorías de más, cada quince días nos pesan y si subiste aunque sea un gramo te dan el regaño de tu vida, hasta ahora no entiendo cómo no han sacado a An, ella no come, ella traga y traga mucho, siempre lleva comida en la mochila y está mordisqueando algún dulce o paleta ─ debe ser de aquellas que nunca engordan así se coman una tienda entera ─ yo no soy tan en ese extremo, demoro en subir de peso pero no lo hago quizás con comida sino por estrés, una estupidez a decir verdad, cuando estoy en etapa de exámenes en la universidad acostumbro subir de peso y a eso aumentemos la ansiedad, es todo una completa locura, al día de hoy llevo sobrellevándolo de buena manera gracias a Hoseok, no miento cuando digo que él ha sido de gran ayuda para mí, en absolutamente todooooo.

Empiezo a preparar lo primero que se me venga a la mente, unas deliciosas tostadas con cereal y yogurt, suena un tanto bobo apurarme para terminar haciendo esto pero bueno así es Jihaein.

Cuando percibo el olor que desprende la sartén con los cuadraditos de harina envueltos con huevo, sé que es hora de comer.

Me sirvo acomodándome en la mesa, viendo que todo esté en orden, veo el creativo desayuno y la saliva se me hace agua muriéndome por saborear todo lo que está en frente mío, ya dispuesta a comer me voy preparando para darle el primer mordisco, pero toda mi acción se ve interrumpida por el abrupto jalón de An que se lleva todas mis tostadas a la boca, empinándose de un solo bocado y por si no fuera poco, no le basta solo con eso sino que saborea el vaso lleno de yogurt, de esa manera acabándose todo mi desayuno en el que puse tanto esmero, terminándoselo en menos de nada.

ᴅɪꜱᴏʀᴅᴇʀ ⇝ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢ ᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora