CAPÍTULO 17

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No te soporto:

Jihaein

Lo primero que se me llega a la mente es mi apuesto y adorado Tae.

¿Qué estará haciendo? Debe estar ocupado, es por eso que no me llama, sin embargo recibo sus mensajes diciéndome qué tal le está yendo.

Me hago una nube de ilusiones con él y automáticamente mi sonrisa aumenta, convirtiéndome en una chica feliz con la vida resuelta, sea lo que sea que me haya pasado, ahora ya no duele tanto como antes, no ahora que está Kim Taehyung conmigo.

Me da ciertos escalofríos pensar en él y en mí como una pareja, sé que habrían muchos inconvenientes, la primera de ellas, nuestros hogares, sinceramente lo nuestro es algo como un enamoramiento a distancia, excepto de que por estos meses él estará aquí, sino de lo contrario él estaría fuera de Corea, haciendo crecer a su empresa más de lo que ya es, y yo en cambio estaría aquí en las competencias como siempre.

Doy la vuelta dispuesta a irme de ahí, no hay nadie que esté cerca así que sonrío para mis adentros. camino por la acera oscura, pensando en un sinfín de cosas, ya alejada lo suficiente llego hasta a una especie de parque pero en un reducido tamaño, una pareja está sentada en una de las bancas, pasando sus fluidos salivales que desde mi punto de vista se ve un poco asqueroso pero si yo estuviera en esa situación con Tae, sería completamente todo lo contrario.

No quiero seguir mirando aquella escena, así que sólo saco el celular de mi bolso, ¿revisando algo? No, miro cualquier tontería que encuentre ahí, reviso fotos antiguas en donde me entra un poco de melancolía al ver cómo he ido cambiando, tanto física como emocionalmente.

Noto cómo aquellos jóvenes se retiran del lugar, dejando todo en un profundo silencio, por esta zona no hay tanto trajín, por lo que aquella tranquilidad se acrecienta aún más.

En lo que estoy con los auriculares puestos, dejándome llevar junto a la brisa que recorre mi piel, me empiezo a sentir observada, giro a todos lados buscando a alguien, pero nada, no hay nadie, no hay ni siquiera un alma que esté aquí. Llevo así unos minutos hasta que empiezo a entrar en pánico.

Deben ser ideas mías, no hay nadie aquí Jihaein.

Creo que ya es momento de irme de aquí, no me estoy sintiendo cómoda y es mejor evitar cualquier cosa. Me levanto algo temerosa, camino rápido y me detengo cuando un auto me intersecta al llegar a la esquina de aquel parque, se ve un auto de buen porte, las lunas polarizadas, perfectamente limpio, que tu reflejo se impregna en el tapiz que cubre aquel automóvil.

La gente y sus lujos que se dan para ser bien vistos.

Lo siguiente que pasa me deja atónita, ahí parada sin efectuar ningún movimiento, solo mirando como la escena ocurre lentamente.

¿Qué se supone qué hace él aquí?

Siempre me lo tengo que encontrar en los momentos más inoportunos, es como si alguna fuerza exterior me lo atrajera sin decir alguna palabra, ni siquiera lo estaba llamando con el pensamiento.

Me sonríe tajante, con ese aire de superioridad emitiendo la energía de que él es todo lo que necesita atención, porque todo siempre se tiene que centrar en él. Lleva unas gafas negras, tiene el cabello revuelto producto del aire que hace acto de presencia, se acomoda el costoso reloj sonriendo gustoso del efecto estático que causó en mí.

Se acerca dando pasos firmes y seguros, haciéndole ver más jactante de lo que es, llega a una distancia prudente de la mía y se agacha hasta llegar a mi altura.

─ No sabía que ahora vivías por aquí, Jihaein ─ el sarcasmo en su voz es lo que más me fastidia.

─ ¿Por qué siempre me tienes que estar siguiendo? ─ contraataco.

ᴅɪꜱᴏʀᴅᴇʀ ⇝ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢ ᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora