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━━ ❝Dale duro y suave, que nadie sabe lo que entre tú y yo va a pasar

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La temperatura en Qatar disminuyo levemente, las madrugadas eran las más frescas mientras que durante todo el día el sol estaba bien arriba. La caminata de Macarena hacia el hotel aquella madrugada parecía ser eterna, sentía que no avanzaba pero al llegar a la puerta deseo no hacerlo. Ya estaba ahí, lo quería ver pero la ponía nerviosa lo que podría suceder aquella noche, más sabiendo que sus sentimientos hacia el cordobés están a flor de piel.

Ingreso definitivamente a la recepción, con timidez se acercó a la pelirroja que estaba del otro lado del mostrador. Una sonrisa radiante la recibió y así también la menor correspondió.

- Buenas noches señorita, ¿en que la puedo ayudar? - saluda amable la recepcionista, quien en su chaleco llevaba una placa con el nombre de "Adriana"

- Buenas noches, ¿acá se estará hospedando Gabriel Romero? - consulta apoyando sus manos inquietas sobre la mesada en espera de una respuesta, la pelirroja bajo su mirada a la computadora y tecleo un par de veces en busca de información

- Así es...

- Me podría decir cual es su habitación, espera mi llegada - exclama ansiosa al no recibir rápido la información que necesita

- Piso 2, habitación 110 - responde aun con su tono simpatizante, Macarena le regala una pequeña sonrisa mientras asiente

- Muchas gracias - vocifera y se dirige al ascensor para subir al segundo piso

Entre las similares puertas a los costados del largo pasillo, Tagliafico busco la 110, estaba casi al final. Se paro en frente de ésta, suspiro como si se estuviera enfrentando al desafío más grande de su vida (aunque lo era) y con valentía toco dos veces. A los segundo ya tenia a Romero en frente con una sonrisa radiante dándole la bienvenida, la muchacha antes de pasar con la mirada escaneo al jugador. Cuti estaba vestido como aquella noche que se encontraron en el boliche, una remera con cuellito negra que hacia juego con sus chupines del mismo color y unas Nike air force blancas. En su muñeca izquierda portaba su característico rolex y la fuerte fragancia varonil inundaba las fosas nasales de Macarena.

- ¿Pasas o te vas a quedar mirándome desde ahí? - interroga divertido el cordobés, logrando que la rubia volviera a tierra

- De lejos te veo bien, pero sé que te ves mejor de cerca - responde sonriendo, Romero se hace a un costado dejándole la entrada libre para pasar

La habitación se encontraba media iluminada, pero aun así se dejaba apreciar los muebles y las cosas de su alrededor. Sobre la cama observó un enorme ramo de rosas rojas acompañado de una hielera con un vino adentro y dos copas a los costados. Muy despacio se escuchaba una música lenta que ambientaba el lugar, para Macarena todo era muy romántico, era irreal pensar que Cristian lo había armado. El jugador había cerrado la puerta detrás de él y se quedo observando cada movimiento que hacia la rubia, aunque llevara ropa casual, se embobo con lo linda que estaba esa noche.

- ¿Y todo esto, porque? - interrogo la muchacha volteándose a mirarlo con una sonrisa, Cristian se aparto de la puerta y comenzó a caminar hacia ella

- La pregunta seria, ¿Por qué no? - vocifera depositando su primer beso de la noche en la frente de Macarena, por inercia cerro los ojos al sentir el contacto de aquellos carnosos labios contra su frente

- Estas hermoso hoy - exclama risueña acomodando un poco el cuello de la remera del cordobés

- ¿Solo hoy? - cuestiona levantando una ceja, la rubia suelta una sutil risa y baja su cabeza con vergüenza

𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐈𝐍𝐓𝐈𝐌𝐈𝐃𝐀𝐃 | Cuti Romero ⓒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora