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━ ❝Así que, baby, no me digas que te vas porque yo te amo el doble de lo que vos me odias

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Buenos Aires, Argentina

UN DÍA ANTES DE LA BODA

Generalmente ante compromisos personales o inconvenientes, una ausencia a tu lugar de trabajo es justificable. Macarena, a pesar de tener presente aquello, aún así se presentó a su jornada laboral. Como objetivo pendiente de día viernes, la menor tenía organizadas tres reuniones con diferentes clientes. Aquel día de la semana solía ser el más tranquilo y anhelado por todos, por lo tanto Macarena internamente agradeció.

Sin embargo, algunos amigos internos andaban de visita por la mente de Tagliafico. Ansiedad, nervios y un par de crisis existenciales la venían acompañando hace tres días, todo porque "su gran día" tocaba la puerta.

Todo lo que durante tres meses se había venido preparando para la celebración, ya estaba listo y no faltaba absolutamente nada. El vestido de novia junto al traje del novio ya estaban en sus casas, el Wedding Planner les pasó imágenes del salón casi finalizado como ellos lo habían deseado, las damas de honor y padrinos de boda contaban con sus vestimentas preparadas, todo parecía estar en perfecto estado para el día siguiente. No obstante, lo único que se mostraba en un gran desorden era el corazón de la futura Novia.

Evidentemente, lidiar con la llegada de Cristian al país y ver como de la nada se presentó con intenciones de "recuperarla", a Macarena se le estaba haciendo muy duro enfrentar la situación con frialdad. Inclusive desde el regreso del cordobés, no hubo día que pasará sin que su memoria recordará varios de sus encuentros clandestinos y de lo bien que le hacía su compañía. Él era su complemento perfecto, quién apesar de haber cometido una gran equivocación en diciembre la seguía amando con cada partícula de su ser y así mismo ella. Ambos llegaron a la vida del otro para quedarse hasta la eternidad. Pero lastimosamente, Macarena por la dolorosa herida de la ilusión que permanecía abierta, no lo podía ver y se negaba a aceptarlo al mismo tiempo.

Sé odiaba a sí misma por seguir siendo aún tan vulnerable ante los encantos del defensor, saber que él contaba con una virtud que no cualquier hombre podía tener y que jugaba a su favor en toda circunstancia, esa era su habilidad para la labia. Muchos podían utilizar palabras agradables y demasiados halagos para enamorar a una mujer, pero Cristian contaba con un léxico diferente para esas ocaciones y eso fue lo que a Macarena la atrajo. Sin mencionar otras aptitudes, como por ejemplo el acento cordobés tan marcado, que donde fuera que lo escuchase lo iba a reconocer. Pero lo que más le llegaba a afectar pero lo debía admitir, es que con Romero descubrió lo que era verdaderamente amar y sentirse una mujer completa.

Ahora bien, aquel torbellino de pensamientos que atacó a Macarena más de lo habitual, fue disipado gracias al chillido de la puerta abrirse y logrando que una vez más aterrizará en tierra firme. Susana, la secretaria, se encontraba en la entrada de su oficina portando un semblante de completa sorpresa, lo cuál extrañó a la menor de gran manera.

- Susi, ¿todo bien? ¿qué necesitas? - consulta amablemente y con curiosidad

- Señorita Tagliafico, un cliente llegó para su reunión - exclama la mujer haciendo notar su nerviosismo en su tono de voz

- ¿Para una reunión? el matrimonio Linares llegó una hora antes - declara confusa y con su ceño fruncido

- Es que específicamente no es el matrimonio Linares, señorita - acota esbozando una sonrisa tímida, Macarena aún más confundida abre su agenda para corroborar aquella supuesta junta

𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐈𝐍𝐓𝐈𝐌𝐈𝐃𝐀𝐃 | Cuti Romero ⓒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora