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━ ❝Sos lo que me da paz, lo que andaba buscando y esa felicidad que hace que ande sonriendo

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Londres, Inglaterra

Una mañana cálida y con un sol abrasador, algo inusual en la ciudad Londinense, comenzó a asomarse por las ventanas del hogar de Romero y Tagliafico. La pareja ya se encontraba despierta por diferentes motivos.

Aquel día no era cualquiera, el calendario marcaba 27 de abril, cumpleaños de Cristian. Apesar de que el cumpleañero hizo momeria de su festejo, notaba como su novia hasta el momento que yacían juntos no lo había felicitado. Durante el desayuno mantuvieron una conversación matutina normal, teniendo al cordobés expectante de que lo sorprendiera con un abrazo o beso. Pero ninguna muestra de afecto llegó.

En cambio, toda esa situación estaba guionada y dirigida por la mismísima Macarena. En efecto, la menor sabía del cumpleaños de su hombre, pero desde hace días venía organizando una velada sorpresa para la fecha. Por lo tanto, hacer que "se olvidó" era parte de su plan meticuloso.

El reloj de la cocina marcaba las nueve de la mañana, hora en la que Romero ya debía partir hacía el entrenamiento. Mientras éste acomodaba las últimas cosas en el bolso que lo iba a acompañar, Macarena permanecía frente a la pileta de la cocina lavando lo que se había utilizado para el desayuno. No obstante, aquella tarea fue puesta en pausa ya que comenzó a sentir un malestar en la boca del estómago. Con desesperación, la muchacha subió al baño e inclinando su rostro sobre el inodoro, empezó a vomitar.

Cristian al observar como su novia salió de un tirón hacía la planta alta del hogar, sé preocupó y corrió detrás de ella. Atrás de la puerta del baño pudo escuchar como las arcadas y liberación de liquido era constante, casi incontrolable. El cordobés llenó de preocupación y con sus nudillos rojos de tanto tocar la madera, habló al no recibir respuesta de Macarena.

- ¡MI AMOR, PORFAVOR!, ¿Está todo bien?.

- Si Cris, no pasa... - Macarena no pudo terminar la oración porque volvió a hundir su rostro en el inodoro, liberando el líquido

- Abrime Maki, ayer estuviste igual.

La muchacha se incorporó con lentitud cuando vio que el malestar había cesado, respiró hondo y tiro de la cadena del baño. Se enjuago la boca y salió al encuentro de su hombre que mantenía un semblante de pánico. Macarena envuelve sus brazos en el torso del jugador y descansa su rostro en el pecho de éste, escuchaba como latidos de su corazón eran más acelerados de lo normal.

- Estoy bien, amor. Seguro fue la comida del lugar de anoche, la carne estaba medía cruda y la combinación que elegí era peligrosa - exclama Tagliafico, posando su mano izquierda en el pecho de Cristian para calmarlo

- Me quedo a cuidarte, si te pasa algo mientras yo no estoy, me muero - declara el cordobés mientras buscaba la mirada de su compañera

- Voy a estar bien - expresa la menor acariciando la áspera mejilla del contrario, intentando transmitirle paz - No seas terco y anda a entrenar. Cualquier cosa yo te aviso.

- Te conozco y no lo vas hacer.

- Te prometo que sí sigo así, te llamo - decreta Macarena juntando sus manos con las de su novio y brindandole un beso

Cristian esboza una mueca y eleva sus cejas insistiendo en su propuesta, pero Maca ya conociendo su lenguaje, niega con la cabeza y le da unos golpecitos en el pecho dando por finalizado el tema.

𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐈𝐍𝐓𝐈𝐌𝐈𝐃𝐀𝐃 | Cuti Romero ⓒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora