Pasado

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Advertencia de contenido: Este capítulo contiene escenas y situaciones de contenido explícito que involucra fluidos, gore, imágenes gráficas y descripciones que pueden atentar a la sensibilidad del lector. Lea con discreción

Si un cordero se come los arbustos,
se comerá también las flores, ¿no?
El Principito

Mil interrogantes me taladraron la cabeza cuando vi al antiguo psiquiatra de Ellis en mi casa.

—Necesito hablar contigo.

¿Qué hace este sujeto aquí?

Las palabras de Ellis volvieron a mi cabeza: «No pienso seguir viendo cómo este gilipollas te devora con la mirada cuando yo soy el único con el derecho». Incluso en mi mente, me descoloca.

Recuerdo su rostro, y el rencor que destiló al decírmelo... Había algo entre ellos que yo no sabía, y que, por el bien común, era mejor no averiguar. El problema es que no lo hice. Y ver al doctor tan desesperado me interesó bastante.

—Adelante.

Durante diez minutos, el doctor perdió el tiempo con jovialidades, lo cual me llevó a desviar la vista hacia sus ojos ambarinos que sin duda tenían parentesco con los de Ellis: ambos te hipnotizan.

Después de tanta diatriba me cansé, y me replanteé la idea de seguir oyéndolo cuando me miró, fijo.

—Disculpa mi indiscreción, Blair, pero ¿tú también sufres de algo... cierto?

El mundo se congeló a mi alrededor.

Disimulé mi asombro lo mejor que pude. Sin embargo, no podía negar algo que resultó evidente para los dos, así que asentí.

—No todo el mundo lo sabe.

El doctor asintió.

—Lo sé… Lo detecté el día que vine. Estaba ahí por Ellis pero, a decir verdad, hubo algo en tu comportamiento hacia él que llamó mi atención.

—¿Algo como qué?

—Tu rechazo.

«Ay no»

El ataque de Ellis volvió a mi mente.

Respiré hondo. Ausubel no podía saber de eso. Esa noche era la causa de mi desvelo. Del miedo. Disimulé.

—Blair, ¿pasó algo importante entre Ellis y tú? ¿Algo que pudiera... inquietarte con sólo recordarlo?

Me levanté de la silla.

—Tiene que irse.

—Blair..

—Ahora.

—Sólo quiero la seguridad para ambos... Y con el historial que tiene Ellis, me preocupa que él hiciera algo que te esté afectando a ti... O que, por el contrario: lo esté afectando a él.

Sus palabras llamaron mi atención.

—¿Afectando? ¿De qué me está hablando?

—Olvídalo. Es... solo una teoría.

—Teoría que me va a explicar, ahora.

Suspiró:

—Temo que el desarrollo de tu ansiedad esté afectando a Ellis —Me afiancé del sillón—. Verás, Blair, la mente es un sistema complejo: cuando tiene una condición que ya afecta sus funciones cognitivas, hacer frente a otra muy distinta puede ocasionar un desbalance del mismo.

» Ellis… tiene un fuerte vínculo contigo. Lo veo. Pero imagino que al momento de enterarse y verte en medio de un ataque, fue difícil de procesar para él. Y por ende, sufrió un episodio de... los suyos.

Lo que nunca he dicho | BLAIR [Atwood 0]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora