Photograph ; hemmings

Capitulo cinco

-Vamos, Izzie , todo el mundo irá tu también tienes que hacerlo. -Rogó Nicole por milésima vez.- Por favor, por favor, por favor. -Juntó sus dos manos e hizo un puchero.

-A ver explícame ¿que rayos voy a hacer en una fiesta? -Una mueca se formó en mi rostro y crucé ambos brazos en mi pecho.

-Bailar, gritar, perder el control, embriagarte, conocer chicos. Las opciones son infinitas ¿cuando será el momento en que comenzarás a vivir de verdad?- Cuestionó.

-Nada de eso me apetece. Bailar, no se hacerlo; gritar, sabes que soy muy callada; embriagarme, no me gusta el alcohol; y conocer chicos, no estoy en busca de ninguno.

-¿Acaso tienes un mejor plan para un viernes a la noche?- Preguntó a la vez que caminamos hacia la puerta de salida del instituto.

Ha sido un día muy largo y necesitaba relajarme, pero estoy segura que una fiesta no sería la mejor idea.

-Quedarme en mi cama comiendo palomitas de maíz, chocolate y muchos dulces mientras veo un maratón de The vampire Diaries por mi laptop.

-Y esa es la forma perfecta de engordar cinco kilos en dos horas. Izzie Jones estoy hablando enserio.

-También estoy hablando enserio Nicole Foster. -Engrosé mi voz.- No entiendo porque me pides que te acompañe si sabes que las fiestas no son mi estilo. ¿Porque no se lo preguntas a Michael? estoy segura que el no dudará en decir que no.

-Ya se lo pregunté y me dijo que estará ocupado con alguien esta noche.

-¿Desde cuando Gordon tiene vida social?

Me encantaba llamarlo así, especialmente en su ausencia para que no se quejase de que no le gusta.

-No lo se ni me importa. Vamos, Izzie por favor,ve conmigo y prometo no volver a pedirte nada nunca, me pondré de rodillas si eso es lo que quieres.

Rodé mis ojos.

-Está bien, Nicole, tu ganas. Iré a la maldita fiesta. -La sonrisa de su rostro era de oreja a oreja y me abrazó dando pequeños saltos de la emoción. -Espera un momento, es que no tengo que ponerme.

-No hay nada que no se pueda arreglar, iremos al centro comercial ahora mismo.

Me tomó de la mano y en vez de de tomar el habitual camino a casa caminamos en dirección opuesta para dirigirnos a nuestro destino.

(...)

Nicole me paseaba por todo el centro comercial, cada vez que me probaba una prenda ella decía que me veía fantástica, pero yo solo hacía muecas con mi rostro. Voy a ser sincera, los vestidos ajustados y los zapatos de tacón no son mi mayor preferencia.

-¿Acaso no puedo llevar los jeans de siempre y mis vans? Este vestido es muy incómodo de lo ajustado que es. -Protesté mirándome al espejo del local.

-Los jeans y las vans no son una opción, al menos no esta noche. -Mi amiga me observaba de pies a cabeza sonriendo, según ella lo que traía puesto me quedaba genial.

-Escucha una cosa, puedes obligarme a ir pero no puedes decirme la ropa que debo usar. -Volví a mirarme con desaprobación y arrugué mi nariz. Es cierto, lo que tenía puesto me quedaba a la perfección, pero si sentirme incómoda era el precio que tenía que pagar por verme bien no lo usaría ni en un millón de años.

-Shhh.- Llevó su dedo indice para callar mis quejas. -Te ves incríble y es lo único que importa. -Abrí mi boca para decir algo pero ella habló. -Sin peros, Izzie.