Capitulo veintinueve

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Como hacía de manera diaria al acabar el día me encontraba en mi habitación esperando a que mi padre arribara a casa para cenar. Todo lo que me había confesado Chris hace un par de horas aún seguía rondando por mi cabeza y a pesar de que lo que mas deseaba era abrir mi mente para asimilar aquella información no podía. No sabía a que él se refería cuando dice que lo que quiere es ayudarme a recordar algo que en suposición no tenía idea que había ocurrido. Es peculiar que después de las cosas que pasó entre Chris y yo el decida hacer eso por mi, lo único que me restaba para pensar era en que quizás él obtenga algo a cambio si llegara a enterarme, por ejemplo, mi enojo. Me preguntaba que sucedería si lo que me restaba saber de Luke no podría soportarlo y al final terminaría alejándome de él.

 Solamente era Luke el que tenía el poder de decisión si yo debía saberlo o no pero a este punto ya es algo que me aterraba porque quien sabe con que otros problemas él viene arrastrando desde hace tiempo, ya tenía bastante conocimiento sobre su vida y con cada cosa nueva que descubría conseguía dejarme sin habla. Tal vez que sea Luke el que me lo diga no sea la manera correcta de encarar todo esto, yo era la que tenía que hacer memoria y recordar aquello que según Chris me convertía en una persona ingenua por no percatarme de nada.

Desbloqueé la pantalla de mi móvil y abrí la aplicación whatsapp  para husmear viejas conversaciones, algo que solía hacer cuando necesitaba distracción, como si eso me ayudase a vaciar mis pensamientos. El chat de Michael aparece e intento ignorarlo con ta intención de no caer en releer los últimos mensajes de él pero es mas fuerte que yo. Mientras le echaba un vistazo a la conversación me fue inevitable no sentir culpa por no creer en lo que me había asegurado, una y otra vez mencionó que no fue él el que divulgó  los temas personales de Luke y sin embargo no confié en eso de todas formas. Necesitaba hablar con Michael y disculparme por lo que sucedió.

 Tomé un abrigo de mi guardarropas y sin avisar salí para dirigirme a su casa y así poder dialogar, solo esperaba que el enojo de él no sea suficiente como para que no quiera verme la cara. El camino hacia donde vivía era una distancia corta pero el frío que sentía provocaba que me fuera interminable y noté que lo que elegí para cubrirme no bastaba. Al llegar a su casa fruncí el ceño y notifiqué que el lugar desprendía un aura de abandono muy notorio, el césped del frente de la casa siempre estuvo bien cuidado y corto, pero ahora podía notarse que nadie le ha dado la mas mínima atención, era extraño. Las luces estaban apagadas y la cortina de la ventana de la habitación de Michael estaban corridas, la primera impresión que me causaba ver esto es que ya nadie mas habitaba en aquella vivienda, se sentía espeluznante. Con muchas dudas en mi interior me acerqué hacia la puerta de entrada y presioné el botón del timbre con la esperanza de que alguien fuera a salir a corresponderme. Los minutos corrían y no había nada que demostrara señales de vida, me tomé un momento para contemplar lo irreconocible que se encontraba el lugar, quizás todo lo que giraba alrededor de Michael realmente era lo que cambió y no él, supongo que solo asumió las consecuencias. Pasaba por en frente de su casa todos los días y no he sido capaz de darme cuenta de como estaba su casa, me preguntaba en donde tenía puesta mi cabeza. Volví a tocar el timbre una vez mas sin ánimos y aguardé a que una persona reconocida apareciera pero eso no ocurrió, cada instante que pasaba aquí afuera veía como el aspecto del lugar desmejoraba, o solo era mi imaginación.

A casi nada de darme por vencida y marcharme la puerta se abrió de manera cautelosa haciendo que dudara quien se encontraba detrás de ella. Una silueta familiar se asomó entre las sombras y bajé la guardia al notar que solo se trataba de Michael, la baja luz no me permitía verlo con facilidad aunque no hacía falta para que uno se diera cuenta que no estaba en su mejor estado.

-¿Puedo pasar?- Indagué. Michael al darse cuenta que era yo juntó las cejas con perplejidad como si mi persona fuera lo último que esperara a que llamara la puerta, adoptó una expresión confusa en su rostro y solamente se limitó a dar un asentimiento. Cuando me adentré en la casa no pude evitar pensar en todas las veces que estuve aquí y percatarme del brusco descuido que estaba pasando, era muy radical, casi no podía ni pensar que seguía viviendo alguien. Algunos envoltorios de frituras y botellas de cerveza vacías se encontraban esparcidas en el suelo de la sala, la televisión encendida era lo único que iluminaba el lugar pero bastaba para notificar que no seguía como lo recordaba. Luego de admirar el interior del lugar me volteé en dirección hacia Michael y tomé una gran bocanada de aire para hablar, solo aguardaba para que me tomara enserio ya que no tenía idea de como él pueda llegar a reaccionar.

Photograph ; hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora