Capitulo veintisiete

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Luego de bajar a la cocina para servirme de comer subí de nuevo a mi habitación y deposité el tazón de cereales en la mesita de noche que se encontraba al lado de mi cama y así continuar con mi tarea, aunque no tenía mucho entusiasmo para seguir con ello. Encendí mi teléfono para distraerme un momento y chequear todo lo que me había perdido mientras estuve fuera de casa, fue entonces que todos los mensajes de Michael consiguieron tildar mi celular.

Michael: Sé que justo ahora estás en el campamento y no leerás esto pero algún día tendrás que creerme.

Michael: Yo no le he dicho nada a nadie, maldita sea.

Michael: Responde por favor.

Varios mensajes así llenaron mi buzón pero no me digné a contestar ninguno de ellos. Tal vez Michael diría la verdad, quizás no había sido él el que le contó a medio instituto los problemas de Luke pero debía ser realista. Extrañaba al amigo con el cual iba y regresaba del instituto todos los días y ahora pasamos de eso a casi ni dirigirnos la palabra, y me dolía. Aveces sentía que Michael era la única persona que podía ponerse en mi propia piel y comprenderme como nadie lo hacía, él era al recurría para desahogarme. Sin embargo todo eso se fue perdiendo con el pasar de las últimas semanas.

Dejé mi móvil a un lado y me dispuse a comer de mi cereal mientras le daba un vistazo en mi laptop a las fotografías que había tomado en la excursión. Entre todas ellas la que llamó a gritos mi atención e hizo que me detuviera fue la foto que Luke tomó en el bosque antes de venir. Mi mano estaba entrelazada con la de él y éstas se adherían al tronco del árbol, pero lo que cautivaron mis ojos fue el anillo que Luke traía puesto en el meñique de su mano izquierda. Al ver el anillo mi ceño se frunció y luego acerqué mi rostro hacia la pantalla como si eso me permitiese verlo mejor. No recordaba que Luke traiga puesta aquella pieza en ningún momento pero no creo haber sido demasiado observadora. Nunca antes vi chicos que usaran anillos al menos que sean de compromiso , y que éste se encontrara en el dedo mas pequeño lograba despertar mi curiosidad de hace cuanto tiempo lo tiene y por qué.

Cuando él y yo estuvimos en el bosque jugando a ese tonto juego de las preguntas fue la primera vez que sentí que nos divertíamos y dejábamos llevar lo que teníamos escondido. Cada rato que se me daba la oportunidad de pasar tiempo con Luke me servía para darme cuenta y descubrir cosas sobre él, creo que quizás lo seguía viendo como el mismo chico de hace meses atrás y él había cambiado, para bien supongo. Aveces Luke pasaba todo el tiempo encerrado en el salón de música sin siquiera asistir al almuerzo y eso me preocupaba, él tenía cambios muy repentinos que aún mi mente no lograba descifrar.

Hoy en media clase de matemática su teléfono sonó e inmediatamente abandonó el salón sin dar explicaciones, tal cual como lo hacía hace tiempo atrás. No debería sorprenderme, sin embargo eso no sucedía desde hace un buen tiempo y cuando menos lo esperaba volvió a suceder. El lapso que llevamos de conocernos era suficiente para descubrir sus problemas y a la vez, tampoco bastaba.

(...)

-¿Crees que podrás venir a verme a entrenar hoy?- Luke preguntó.- Es que hace mucho no que no lo haces y será mejor si estás ahí.- Si bien era cierto, antes iba a sus prácticas con mas frecuencia y sin motivos he dejado de hacerlo. Hasta casi había olvidado que él también pertenecía al equipo.

-De acuerdo.- Accedí, asintiendo con la cabeza.

-No sé por qué pero ya no siento la necesidad de estar solo, sabe. Antes estar solo era algo que quería y necesitaba pero no entiendo que me sucede que ya no es eso lo que quiero, así que me gustaría que estés conmigo.

Photograph ; hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora