Capitulo veintiuno

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La niña, al darse cuenta que no era la única en la habitación elevó sus ojos hacia nosotros al percatar nuestra presencia. Lo primero que pude visualizar  al ver su rostro fue una horrible cicatriz que cubría la mayor parte de su mejilla derecha, pero aún así, no era un impedimento que aquella marca le arrebatara la delicadeza de su piel. Me adelanté unos pasos hacia adelante para así tomar asiento en el borde de la cama en donde ella se encontraba. Podía oler su miedo, era como si nunca había visto una persona y ahora que tenía a una en frente de ella no sabe como reaccionar , y algo en mi interior me decía que su temor estaba relacionado con su cicatriz.

-Hola.- Saludé en voz baja, casi en susurro.- Mi nombre es Izzie, soy amiga de Luke.- Por mas que quisiera no obtuve respuesta de su parte, solamente me analizaba con atención mientras recorría en mi su mirada de cabeza a los pies. Volteé hacia Luke, quien estaba recostado en el marco de la puerta con un pie adelante del otro y los brazos cruzados a la vez que contemplaba todo con frustración.

-Zoe.- Luke pronunció el nombre de su hermana y se sentó en cunclillas muy cerca de ella.- No tienes que tener miedo, Isabella no te hará daño.- Él acomodó uno de los mechones de su cabello rubio que caía por el rostro de la pequeña y lo llevó detrás de su oreja. La palabra "daño"  consiguió hacerme estremecer, sería una crueldad dañar a alguien tan inocente como ella, pero no todas las mentes humanas son puras. Zoe aún no parecía creer en las palabras de su hermano así que no se dignó a responder, asintió con la cabeza y siguió cepillando el cabello de su muñeca ignorando por completo nuestra presencia.

-Ella siempre es así cuando conoce gente nueva, tienes que darle tiempo.- Luke por fin habló al salir de la habitación de Zoe. Volvimos a la sala y cada uno tomó asiento en uno de los sillones que se encontraban en el lugar.- La única persona con la que tiene confianza a parte de mi es Calum así que creo que es normal su reacción.

-No te preocupes, Luke, todo saldrá bien.- Lo tranquilicé. A pesar de que él comprendía la forma de Zoe se lo veía un poco angustiado. De todas formas, la mirada desconfiada de su hermana era la misa que la de Luke cuando era nuevo en el instituto. Era como si no tener confianza fuese algo normal para ellos dos.

-Oye, hace un poco de frío ¿quieres un café o un té?- Luke ofreció, poniéndose de pie nuevamente sin importar que hace tan solo unos segundos se había sentado.

-Estoy bien, gracias.- Negué con la cabeza.

-Iré a la cocina, vuelvo en unos minutos.- Conociendo a Luke iría y prepararía algo para mi ignorando lo que le he dicho hace un instante. Un par de minutos después volvió a aparecer con una taza en cada mano y no pude evitar fruncir el ceño al ver que una contenía un líquido blanco sobresaliendo por el borde.

-Solo es crema, Isabella, toma.- Ordenó e hice el movimiento que me pidió. Lo que Luke extendió no era solo café, era mocaccino con crema el mismo que había ordenado por mi en un bar hace un tiempo. Conocer mis gustos es una cosa, pero saber exactamente como prepararlo era distinto. Con cuidado le di un sorbo a mi infusión y comprobé el perfecto sabor que desprendía, hasta el punto de dudar si había sido Luke el que lo había hecho.

-¿ Se supone que debo preguntarte como es que sabes preparar mi bebida favorita?- Insinué.

-¿ Se supone que debo decirte que no responderé nada?- Luke sonrió triunfante, como si su sonrisa fuese su veredicto final. No respondería, lo sé, pero valía la pena intentarlo.

En ese momento Zoe se hizo presente en la sala. Esta vez la observé con mucha mas atención que hace unos instantes. Traía puesto un vestido rosa hasta las rodillas, se encontraba descalzas y pude percatar su cabello llegaba hasta la altura de sus hombros, también llevaba en su mano derecha el mismo peine con el que cepillaba el cabello de la muñeca de hace un rato. La niña se aproximó hacia nosotros y se puso en frente de mi, logrando hacerme sentir nerviosa sin saber como podía reaccionar. Sin palabra alguna o previo aviso se sentó detrás de mi en el poco espacio que quedaba libre y comenzó a cepillar mi cabello. No sabía que significado tenía esto pero Luke contemplaba la situación sonriendo sin mostrar los dientes, tal vez no sea nada malo.

Photograph ; hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora