sirenas - eddie

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Enciendo el cigarrillo entre mis labios y doy una calada profunda, suelto el humo y puedo sentir como mi cuerpo se comienza a relajar

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Enciendo el cigarrillo entre mis labios y doy una calada profunda, suelto el humo y puedo sentir como mi cuerpo se comienza a relajar. Hay demasiado ruido a solo unos pasos de distancia de donde me encuentro.

La conversación de pronto se convierte en gritos y decido salir de la pequeña cocina, en la mesa se encuentra Eddie junto a un par de chicos, Ryan y Oscar. Los tres se encuentran muy exaltados y bajo el humo de los cigarrillos que se encontraban fumando puedo ver la causa de toda la discusión; la mercancía.

—Ni siquiera deberían estar aquí en primer lugar. No pueden ser tan idiotas sabiendo la mierda en la que están metidos. — digo en voz alta para callar su discusión.

—Andy, escucha, necesitamos tu ayuda...— lo miro incrédula ante sus palabras y solo me rio de forma sarcástica.

—Eddie por favor, no puedes si quiera pensar que les ayudaré en sus mierdas. Y no puede creer que hayas sido tan estúpido para traer todo esto a casa, nuestra casa, la misma donde ahora está durmiendo la niña. Prometiste que jamás cruzarías esa línea.

—Escucha, lo sé, entiendo que estés molesta. Pero esto se ha salido un poco de control ¿ok? Estamos prácticamente rodeados y sin una salida segura.

—Claro que se saldría de control, ya no somos jóvenes Edward, tu inofensivo negocio de secundaria ahora es una mierda mayor y ahora no sabes cómo pararlo

Suspiro y doy vuelta en mi lugar para caminar hacia el sofá donde tomo asiento, paso mis manos por mi cara completamente frustrada y sintiendo como el miedo comienza a recorrer mi cuerpo.

Eddie y yo hemos estado juntos desde que éramos niños, viviendo en el mismo parque de caravanas, yendo a la misma escuela. Nuestra relación comenzó a los quince años y desde ese momento no nos hemos separado.

El negocio comenzó en secundaria, el chico solo se encargaba de vender pequeñas cantidades de hierba entre los alumnos de la escuela y algunas otras personas en el pueblo que se enteraban del negocio.

Los problemas con la policía se iban haciendo cada vez más graves peros siempre lograba salir del asunto sin ningún problema más allá de pasar encerrado algunas horas.

Cuando por fin nos pudimos graduar, Eddie decidió comenzar a llevar esto a las grandes ligas y junto a los chicos, Oscar y Ryan la hierba ya era un juego de niños.

Alba llegó a nuestras vidas hace 4 años, y no pudimos evitar emocionarnos ante la noticia. Eddie juró que dejaría atrás esa vida para evitar hacernos pasar malos ratos... Y al principio lo había hecho, pero las cosas ya eran tan difíciles de manejar sin la cabeza principal del plan que tuvo que regresar a la ya conocida vida de riesgos. Y desde el momento en que decidió regresar solo he podido sentir un gran peso sobre mis hombros y una sensación nada agradable en mi pecho.

Siento los tres pares de ojos posados en mí esperando expectantes. Eddie se acerca a mí y se coloca en de rodillas tomando mis manos entre las suyas.

one shots / joseph quinn & eddie munsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora