one shots / joseph quinn & eddie munson

aeropuerto - joseph

Suelto un bostezo y cierro los ojos mientras recargo mi cabeza en el hombro de Joseph. Son las 8:00 am y no soy una persona de mañanas, odio tener que despertar temprano y más aun tener que pasar horas en un aeropuerto.

Joseph y yo tenemos un vuelo que tomar, él se burla de mis constantes quejos y berrinches. Acerca más mi cuerpo al suyo cuando pasa su brazo por mis hombros y con su otra mano sube mis piernas a las suyas, por lo que ahora mi cabeza se encuentra en su pecho y me encanta la manera en la que me abraza. Sonrío como niña pequeña a la que le cumplen un capricho y dejo un beso en su cuello.

-Pareces un pequeño gatito, restregando tu carita en busca de mimos - ríe y juega con mi cabello - y los consigues.

-No es mi culpa que no te puedas resistir a mis encantos - levanto mi cara y lo miro atentamente levanto una de mis cejas.

Rueda sus ojos y frunce sus labios. Acerca mi cara con ayuda de su mano y besa mis labios castamente.

- ¿Ya tienes hambre? Puedo ir a buscar algo, tienes que comer.

-Un poco, quiero un café. Mi cerebro necesita despertar. - respondo y me separo para buscar mis lentes, odio usar contactos y más aún cuando despierto tan temprano porque mis ojos se irritan mucho.

Rebusco en mi bolso y bufo molesta, buscar tus lentes implica necesitar traer puestos tus lentes. Me comienza a frustrar y decido sacar todo de la bolsa.

Escucho a Joseph reír al notar mi molestia y volteo a verlo con los ojos entrecerrados, algo que lo hace reír más fuerte.

- ¿Buscas estos? - me muestra el estuche rojo de mis lentes, que saca del bolsillo lateral de sus jeans - los tomé de tu tocador, tú ya habías salido de la habitación mientras te quejabas de lo inhumano que era estar despierta tan temprano.

Sonrío inocentemente, tomo su cara entre mis manos y le doy un beso largo como agradecimiento, nos separamos y él deja un ultimo beso corto.

-Gracias guapo - tomo el estuche y me coloco mis lentes - has salvado a esta pobre miope.

Ríe y deposita otro pequeño beso en mis labios - te ves preciosa siempre, pero - alarga ese pero - cuando te veo con tus lentes recuerdo el día que nos conocimos y sin duda esa es mi chica favorita. - besa mi frente y se pone de pie - iré a buscar tu café y algo para comer.

Lo veo alejarse en busca de algún Starbucks o cafetería. Decido tomar mi teléfono, este tiene como fondo de pantalla una foto de Joseph y yo tomada en el elevador de nuestro edificio, él me había regalado unas flores preciosas después de haber estado separados por más de 2 meses. Él se había ido a grabar Make Up y no había podido acompañarlo porque me encontraba en la grabación de una serie local.

Joseph y yo nos conocimos en la academia de música y arte dramático de Londres y ahora ambos nos dedicamos a la actuación. Nuestros trabajos habían sido en proyectos no tan reconocidos, bueno, al menos por mi parte lo eran. Joe había trabajado en series como Dickensian, Howards End, Game Of Thrones y habíamos trabajado juntos en Los Miserables.

No éramos muy reconocidos y siendo honestos nos encantaba, podíamos salir a la calle y cenar tranquilamente o pasear por el parque. Algunas personas nos reconocían y se acercaban, pero no eran multitudes y todos eran tan amables que nos podíamos pasar largos minutos conversando con ellos.

Entro a Instagram a perder el tiempo y así me distraigo un poco, ya que el hambre ya comienza a hacer presencia. Veo algunas historias de algunos amigos, veo las historias de los famosos y le doy corazón a algunos videos edits que las fans hacen de mí y mis personajes, o de Joseph y yo juntos. Son muy bonitos.

Pasaron 15 minutos y siento como Joe se sienta nuevamente a mi lado. Dejó mi celular en mi bolso y lo miro. Me ofrece un vaso con café y sonriendo doy un sorbo a este y puedo sentir la felicidad recorriendo cada parte de mi cuerpo. De una bolsa de papel saca un croissant y lo deja en mi mano, agradezco y le doy una mordida. El chocolate se derrite en mi boca y no puedo evitar soltar un sutil gemido de satisfacción.

Veo a Joseph sonreír y negar. Comienza a comer igual que yo y comenzamos a charlar sobre las pequeñas vacaciones que teníamos planeadas. Nos encantaba Italia, era nuestro lugar favorito, ya que ahí nos hicimos novios en un viaje escolar universitario.

Después de nuestro pequeño desayuno ya me encontraba más activa, aún nos faltaba una hora más para poder tomar el avión, por lo que me levante de mi lugar a estirarme un poco y caminar por el lugar. Joe se queda sentado revisando algunas cosas en su celular.

Aburrida, regreso a mi lugar, veo como Joseph se encuentra contestando mails así que solo me vuelvo a recostar en su hombro y tomo mi celular para jugar y perder el tiempo.

-¿Te sientes bien, cariño? - Joe deja su celular y besa mi frente, nuestros ojos de encuentran. Sonrío al ver sus ojitos marrones viéndome fijamente.

-Sí, solo estoy aburrida. - hago un puchero.

-Solucionemos eso.

Extrañada me separo de él y veo como se para, toma una de nuestras maletas y se sube en ella. Voltea a todas partes y de pronto comienza a pasearse en ella.

Suelto una carcajada y saco mi celular para grabar este momento. Joseph pasa por delante de mí e intento suprimir otra carcajada, después lo veo desaparecer detrás de un pequeño puesto.

Joe sigue paseando por un buen rato y tras hacerme reír un buen rato viene de regreso a nuestro lugar. Esquiva a unas personas que van pasando e impulsándose más fuerte con sus pies logra avanzar más rápido. Detengo la grabación en el momento en el que se deja caer sobre mí. En unas horas subiré este video a Instagram, los demás merecen ver esto.

Grito sorprendida y riéndome lo atrapo entre mis brazos. Joseph esconde su cara en mi cuello y siento como él también se ríe por su pequeña aventura. Veo como las personas que pasan cerca de nosotros nos miran raro, otras solo siguen su recorrido sin prestarnos atención.

Joe se separa suelta de mi abrazo y dejando de poner todo su peso en mi me sujeta de las mejillas y me atrae a sus labios. Sonrío encantada y le devuelvo el beso mientras acaricio su cuello.

Su boca sabe al café que recién nos tomamos, nuestras lenguas se encuentran y juegan tímidamente, Sabemos que estamos en un lugar muy público, tampoco queremos traumatizar a alguien.

Nos separamos en el momento en que escuchamos como llaman a nuestro vuelo, por lo que rápidamente nos levantamos y tomando nuestras cosas comenzamos a caminar tomados de la mano hacía nuestra puerta.

Mientras caminamos no puedo evitar verlo y pensar en lo afortunada que soy al tener a este hombre a mi lado, que no solo me hace reír todos los días. También me hace sentir segura, en paz y confiada. Me apoya en mis peores momentos y siempre me anima a continuar cuando siento que todo se vuelvo difícil.

Joe al sentir mi mirada voltea y me guiña un ojo, me abraza por los hombros, deja un beso en mi sien y juntos seguimos caminando abrazados.

Y espero seguir caminando juntos por mucho tiempo más.