XIX

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Mientras Bin escuchaba como le contaba la historia del amor de su vida, se dió cuenta de cuanto amaba a su esposo, y pronto entendió porqué es que había llegado llorando a la oficina, algo había pasado en su matrimonio, y no debía meterse en ello, no era correcto.

— Es una historia de amor muy hermosa.

— Si... Así lo es, pero estos últimos meses han sido muy difíciles, siento que estoy perdiendo su corazón, siento que estoy perdiendo al amor de mi vida.

— ¿Has hablado con él al respecto?

— ¡No!, Eso quiero hacer hoy... Pero no estoy seguro de cómo.

Bin se acercó a Yeonjun, sujetó sus manos y con un gran entusiasmo habló.

— ¡Yo puedo ayudarte!, Si hay algo que me hará feliz es verte a ti feliz.

— ¿Hablas en serio?

— ¡Por supuesto!, Quiero ayudarte.

— Gracias, Soobin, pero no hay necesidad de ello...

Soobin insistió y fue como Yeonjun decidió llamar a Beomgyu para hablar.

— Hola, ¡Gyu!, Me alegra que por fin contestes...

— Ah, eres tú...

— Sé que no quieres hablar conmigo, pero nuestra relación no debe derrumbarse por esto, ¿Okey?

¿Y qué quieres que haga?

Yeonjun miró a Soobin en busca de respuestas, él solo le hizo unas señas de que hablarán más tarde, por suerte Yeon le entendió y fue eso lo que le dijo.

— Entonces hablemos en la casa.

— Nos vemos ahí.

Ambos colgaron y Yeonjun gritó emocionado, Soobin solo se empezó a reír, le dió un par de palmadas en la espalda a Yeon y este lo abrazo de inmediato.

— Gracias, en verdad... ¡Gracias!, Eres el mejor amigo que podría tener.

Bin suspiró y correspondió el abrazo, despues una pequeña y delicada sonrisa empezó a florecer en su rostro, ¿Por qué se sentía así de bien un simple abrazo?, No sabía la respuesta pero era tan cómodo, tan cálido... Tan hermoso.

Yeonjun se separó rápido del abrazo, estaba algo sonrojado, o al menos sus mejillas tenían un color rosa más de lo normal, Soobin al ver eso sintió como su corazón latía muy rápido, Yeon solo se empezó a reír nervioso.

— Vamos, tienes que llegar a casa para hablar con él, ¿No?

— Sí, ya es hora de irnos... Gracias por hablar conmigo, me siento mejor ahora.

Yeonjun respiró profundamente, por fin podía descansar, por fin sentía su corazón y mente en paz, Soobin no dijo nada más y lo acompaño a su hogar, él estaba cansado, así que decidió visitar a Huening Kai para quedarse a dormir con él.

Pero no respondía sus mensajes, tal vez estaba ocupado, fue cuando un milagro sucedió, Namjoon llamó a su celular, Bin contestó inmediatamente.

— Hola, ¿Sucede algo? — dijo Soobin.

¿Dónde estás?, Ya es tarde para que un chico como tú ande deambulando solo por las calles. — contestó Nam.

— No soy un niño. — mencionó y se empezó a reír.

Le pasó la dirección y Nam envío a su chófer para que fuera por él.
Cuando el señor llegó, Soobin se sentó en la parte de atrás y escucho las "órdenes" que le había dejado Namjoon, más trabajo al parecer, nada nuevo de hecho, lo bueno es que terminando sus prácticas empezaría su vida laboral en otro lugar, o sea que se iría de esa empresa, no es que no le agradará estar ahí pero había algo que le molestaba un poco, y no quería seguir sintiendo eso.

Yo los declaró...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora