XI

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La jornada laboral se hacía más pesada con Soobin corriendo a todos lados, y sin poder estar junto a Yeon en algún segundo del día.

Yeonjun intento enfocarse en su propio trabajo pero cada vez que intentaba le causaba un dolor horrible en la cabeza, estar concentrado y distraído al mismo tiempo era algo horrible, no podía pensar correctamente, no podía reaccionar como debía, se levantó y fue a tomar agua y despejarse.

En el camino se encontró con el guardia, Changbin, y este le hizo plática para relajarse otro poco.

— Yeonjun, ¿Podría preguntarte algo?

— Ya lo estás haciendo. — Yeon soltó un par de risas por la ironía.

Changbin le siguió, no hablaban mucho pero las conversaciones que solían tener eran así de agradables.

— Ayer saliste con el pasante del edificio, y hoy llegó al trabajo con la misma ropa, incluso tú has asistido este día con la misma vestimenta, ¿Ustedes se traen algo?, He oído los rumores y yo...

Pero Yeonjun lo interrumpió.

— Nada de eso, lo ayude con sus tareas y es todo.

— Oh, que alivio, ¡Siento si te ofendí!

— Para nada, ya todos me han dicho eso...

— ¿Y eso no te emociona de alguna forma?

— ¿Por qué debería? — cuestionó Yeonjun.

Pero Changbin no tenía la respuesta, solo fue una pregunta que salió al aire.

Yeonjun regresó a su puesto y continúo con sus labores, ya se sentía más tranquilo, y encontró en su lugar una pequeña nota que decía "Gracias por la comida, eres muy amable, Yeon... :)".

Esto lo hizo sentirse mucho mejor, más calmado y bastante emocionado, le subió el ánimo de tal forma que por fin pudo concentrarse y comenzar correctamente sus tareas.

Era como si ese pequeño mensaje le llenará de alegría su corazón, le hacía tener esperanza, pero la pregunta es... ¿Esperanza de qué?

Ni él quería tener la respuesta ahora, solo se sentía muy alegre por la nota, tanto que la guardo en un lugar especial que tiene en su escritorio.

Los segundos, minutos y un par de horas llegaron a pasar, Yeonjun logró terminar con sus labores del día y pronto se podría ir a casa, empezó a guardar sus cosas y Soobin se quedó esperándolo detrás de él sin hacer ruido, fue hasta que dió media vuelta y del susto gritó.

— ¡Ah!... Eres tú, ¿No estabas ocupado?

— Sigo ocupado, pero vine a verte. — decía Soobin con una sonrisa.

— De acuerdo... Oye, ya me tengo que ir, si necesitas algo dímelo, sé que la junta directiva se acerca o lo que sea que tengas que hacer, yo solo...

Pero antes que pudiera decir una palabra más, Soobin abrazó a Yeonjun haciendo que él se quedará completamente paralizado.

¿Qué estaba pasando?, ¿Por qué esto se sentía tan bien?, Quería quedarse así más tiempo, tal vez toda la vida si era posible.

Pero Soobin se apartó primero, dejando a Yeonjun con un sonrojo un tanto notorio en sus mejillas, esto le causo algo de gracia al contrario.

Todos en la oficina estaban viendo esa escena, unos ya estaban pagando las apuestas que habían hecho, otros solo se quedaron atónitos, y Yeonjun... Él solo con una voz temblorosa dijo "Nos vemos luego", tomó sus cosas y se fue de ahí.

Soobin regresó a su oficina, una vez dentro se puso completamente feliz, dió saltos de emoción y se cubrió el rostro con sus manos, estaba sonrojado, emocionado y sobre todo sentía esa adrenalina dentro de sí, todo había pasado tan rápido.

Yo los declaró...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora