XXV

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La junta directiva no tardó demasiado, por fin la suerte estaba del lado de Yeonjun, recogió las últimas cosas que le habían encargado y salió disparado hacia su auto, ni siquiera se despidió de alguien, bueno sí, de Soobin y Felix, pero después de eso, lo único que hizo fue dirigirse a su hogar para recoger a su esposo.

Ya lo extrañaba, extrañaba demasiado ver su rostro, estaba bastante emocionado por revivir algunos recuerdos con él, es algo que no solían hacer en mucho tiempo.

Yeonjun llamó nuevamente a Beomgyu diciéndole que ya estaba en camino, y le explicó lo de la junta inesperada, el contrario lo entendió y esperó por su llegada, no había demasiado tráfico, el sol aún no se ocultaba del todo, el viento le daba esa sensación a que sería una cita perfecta.

Pero pasando al otro lado de la historia, en cuanto Yeonjun se fue de las oficinas, todos fueron a preguntarle a Soobin qué había pasado.

— Entonces... Tú y Yeonjun son algo más que amigos, ¿Soobin? — decía Jin.

Él se sonrojó un poco, pero negó riendo algo nervioso.

— No te hagas, si bien que quieres tener algo con él, se te nota a kilómetros. — continúo Hoseok.

Pero nuevamente Soobin negó eso, aunque era verdad, él era bastante obvio respecto a sus sentimientos.
Fue hasta que Felix habló y Bin por fin dijo algo al respecto.

— Pero hablando en serio, te gusta Yeon, ¿No es así?

Soobin ya no podía ocultar su sonrisa de honestidad, asintió y miró a los tres que le estaban interrogando.

— Sí, me gusta mucho, y quisiera poder... Al menos pasar por su cabeza así como el está en la mía.

Jin y Hoseok se miraron, ya sabían la respuesta pero fingieron sorpresa.
Pero Felix sí estaba asombrado, pensaba que solo eran bromas de los ya mencionados anteriormente, ese par de pájaros en el alambre que de todo se enteraban.

— Parece ser que a Yeonjun también le gustas.

Eso hizo que Soobin abriera sus ojos y directamente le cuestionara a quien dijo eso.

— ¿En serio crees eso, Felix? — preguntaba como un niño tímido.

Él solo asintió, respiró profundamente y le explicó cosas que había notado y que normalmente no pasaban.
Hasta Hoseok y Seokjin se comportaron serios al escuchar todo lo que decía.

— Le gustas, obviamente le gustas, él se sonroja cuando te ve, te observa demasiado, se preocupa por ti, y siempre que hablamos me dice lo asombroso que eres. — tomó un poco de aire y continúo hablando. — No te das cuenta, él se reprime lo suficiente pero al mismo tiempo no lo hace del todo bien, él quiere estar contigo todo el tiempo.

Eso emocionó tanto a Soobin, sentía como su corazón se aceleraba, sus ojos empezaron a brillar como nunca antes, pero el momento se interrumpió porqué un supervisor les dijo que ya tenían que irse a sus lugares a trabajar, aún así, eso dejó pensando bastante a Bin, tanto que pasó el resto del día planeando como decirle sus sentimientos.
El único detalle fue que recordó que él ya estaba casado, no podía hacer eso, si quería conservar su amistad no debía decirle a nadie, pero ya era tarde, si el chisme corría por toda la oficina, obviamente él se iba a enterar, ya quería irse de ahí, rogaba para que los meses se fueran más rápido y así graduarse e irse a algún otro lugar.

Pero recordó que su jefe le había dado una oportunidad de quedarse incluso después de graduarse, es algo que no encontraría en otro lado, una oportunidad como ninguna otra, estaba confundido.

Felix pensaba en algo para ayudarlo, aunque sabía bien que su amigo ya estaba casado, tal vez las cosas cambiarían en el futuro, solo era cuestión de tiempo, eso es lo que todos querían... Que el tiempo definiera todo.

Yo los declaró...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora