Yo los declaró...

XXIV

Cuando Beomgyu ya estaba en su hogar, dejó sus cosas a un lado, y mientras escuchaba las canciones que se habían dedicado como pareja, veía las viejas fotos de cuando se conocieron en la escuela e incluso después, cuando llevaban poco tiempo de haberse casado, una sonrisa adornaba su rostro entristecido, un sentimiento de nostalgia abordaba en sí, ver las fotos, recordar todo por lo que han pasado, eso le hace sentir como si en verdad aún puede aferrarse a lo que tiene.

Pero de pronto un pensamiento lo atormenta ahora, el beso que le dió a su amigo, ya lo había hecho, ya no había vuelta atrás, pensaba en la diferencia que iba a marcar eso en su vida ahora, pero es algo que solo sabrían él y Taehyun.
Nadie más tenía por qué enterarse, ¿No es así?

Cuando era más joven, cuando recién conocía a Yeon, él jamás se habría imaginado que terminarían así, recordaba que solía ser demasiado reservado, "el chico callado del salón", ese era su papel, pero Yeonjun lo cambió todo, es por eso que se aferra demasiado a Yeon, porque le dió un hogar, amor, la aceptación que él necesitaba, le dió todo lo que jamás se pudo haber imaginado, durante su primer año de novios, Yeonjun llevo a Beomgyu a un restaurante lujoso, aunque la cuenta fue increíblemente grande, Yeonjun se encargó de eso él solo, y no solo eso, salieron a otros lugares, hablaron de miles de cosas, de sus sueños, y solían imaginar demasiado cómo sería su vida a futuro.

— Beomgyu, sabes que te amo demasiado, eres la persona más adorable que he conocido, la persona por la cual daría mi vida si fuera necesario...

Decía Yeonjun.

— No es necesario que des tu vida, prefiero vivir junto a ti el tiempo que me lo permitas.

Respondía Beomgyu.

Y seguido de eso, Yeon cargó a Beomgyu en sus brazos, le dió un par de besos en el cuello provocando risas nerviosas por parte del que recibía el afecto, para después terminar con un adorable beso.

Y podía recordar muchas más de esas tardes después de la escuela, pero en cuanto Yeonjun empezó a trabajar, la distancia entre ambos comenzó a marcarse, Beomgyu no podía estudiar ya que no contaba con el dinero ni el apoyo de su familia, pero la familia de su novio lo acogió bien y con ayuda de su amado lograron hacer que él estudiará una carrera corta, y después un trabajo 'estable', tenía la vida perfecta para alguien de su edad, pero todo eso se estaba yendo abajo tan repentinamente.

También recordó que en su boda, al llegar a casa, Yeonjun estaba tan emborrachado que solo le decía que lo amaba mucho y que si tenía esposo.

— Entonces tú tienes esposo, señorito bonito, ¿Eh?

Decía acompañado de un hipo.

Beomgyu solo se reía y contestaba.

— Sí, si tengo esposo.

Eso hizo enojar a Yeon.

— Hmm, pues yo soy mejor que tu esposo.

Beomgyu volvió a reírse.

— ¿No me crees?, Quiero hablar con él.

Decía un Yeonjun borracho y molestó.

Beomgyu le dijo que eso no era posible.

— Entonces dame un beso y que tú esposo no se entere.

Cuando le contaron lo sucedido a Yeonjun, obviamente se hicieron de carcajadas ambos, recordar eso era muy gracioso, hacía que su sonrisa aumentará y sus lágrimas disparan.
Encontró una foto de su primera cita.

Fue muy agradable pero caótica, por un lado, las familias estaban en contra, y por otro lado, ellos ya no eran rivales, fueron muy sigilosos a la hora de encontrarse en ese centro comercial, fueron al cine, a un arcade, también a comprar ropa y al final fueron por un café, todo era perfecto hasta que llegó la hora en que Gyu debía volver a casa, cuando se despidieron, ambos se separaron y fueron por caminos diferentes al del otro.