XXVI

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Yeon se quedó reflexionando sobre lo que soñó, Beomgyu se despertó y le dió los buenos días con una voz aún adormilada.

Yeon sonrió al escuchar eso, se acercó a su rostro y le dió un beso en la frente, a los 10 minutos ya estaban tendiendo la cama y limpiando otras áreas de su departamento, Gyu fue a buscar algo para comer en la cocina y Yeonjun se dió una ducha, mientras se secaba el cabello, Gyu le dijo que había cereal y leche en la mesa, parecía que el tiempo estaba transcurriendo más lento y gracias a eso fue como siguieron pasando un agradable rato juntos.

Minutos después Yeon se fue a su trabajo, se despidió de su esposo con un beso y salió enseguida a las oficinas.
Beomgyu regresó a la casa, puso música y empezó a limpiar lo más rápido posible, una vez terminó de hacer lo básico, se fue a duchar y se arregló para ir al trabajo, puso su laptop, los papeles y una lapicera dentro de la mochila que solía cargar, también metió un paraguas por si llegaba a llover, se llevó un suéter de rayas negras y blancas, un pantalón de mezclilla de color negro, y un broche con forma de estrella de color blanco, camino al trabajo seguía escuchando música y pensando en lo que tendría que hablar con Taehyun.

Estaba nervioso, avergonzado, pero no sé arrepentía de lo que hizo, de hecho, quería volverlo a hacer, quería besarlo de nuevo, pero no por tristeza, no en busca de refugio, pensarlo más le hacía doler la cabeza, respiró profundamente y cuando se dió cuenta, ya había llegado, pero se le hacía tarde, salió corriendo a el trabajo, ni siquiera dejó sus cosas en la sala de maestros, entró directamente a su aula, lo bueno es que aún faltaban 5 minutos para que comenzarán las clases.
Acomodó todo y cuando escuchó que alguien entró, solo dijo "Adelante, toma asiento", pero la respuesta no fue la esperara, era Taehyun.

— Tenemos que hablar, Beomgyu.

Decía bastante serio el chico que se acercaba al escritorio, Beom alzó la mirada, intento levantarse pero ninguno de sus sentidos respondió, sus piernas temblaban, sus manos sudaban frío, sus brazos estaban pesados, su pulso se aceleraba cada vez más...

— E-en otro momento, — decía tartamudeando. — las clases están por empezar, ¿Recuerdas?

Pero Taehyun se negó a irse, recargo una mano en el escritorio, cerca de una de las manos de Beomgyu la cual sostenía una pluma, Tae acercó su rostro al de Gyu y eso hizo que Beom se sonrojara, tragara saliva en seco y retrocediera un poco, con miedo y nervios, no sabía qué iba a hacer el otro, solo podía pensar mil y un cosas, pero ocurrió la más acercada a la realidad.
El timbre sonó, los alumnos estaban por entrar al salón, Taehyun se apartó, ya estaba bastante cerca del contrario, podía sentir su respiración agitada, estaba a centímetros de rozar con sus labios, Tae se fue sin decir algo, Beomgyu se quedó en blanco, recobro color y consciencia y empezó a dar su primer clase, está vez deseaba no encontrarse con Taehyun, ya sabía de qué quería hablar, y sabía qué quería hacer con él, no quería verlo, no estaba listo para enfrentar sus emociones, no estaba listo para empezar una nueva canción.

Tenía miedo, no quería que su vida cambiará, pero el cambió... Kang Taehyun, era demasiado irresistible, ya no podía más.

Desafortunadamente... Tampoco la estaba pasando muy bien su esposo, Yeonjun iba manejando a una velocidad considerable, pero un automóvil que iba a toda velocidad hizo que hubiera un accidente, Yeonjun quedó herido, inconsciente, el otro chófer también estaba lastimado, y cuando vio lo que había ocasionado, inmediatamente llamó a emergencias, él y otras personas se acercaron a ayudar al que estaba tumbado en el volante, se lo llevaron directamente a un hospital, en la oficina nadie sabía qué había pasado con Yeonjun, no llegaba y todos lo estaban esperando, Soobin y Felix se preocuparon demasiado, no era normal que se desapareciera así de la nada, Beomgyu no tenía ni idea de lo que estaba pasando, nadie sabía nada, o eso fue hasta que lograron identificar a Yeonjun.

Yo los declaró...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora