Capitulo 6

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El lunes dio paso al martes. El martes al miércoles, y así

sucesivamente hasta que llegó el tan esperado viernes. Día

en que Sheila y Jenny, pondrían rumbo a su aventura de fin

de semana en Las Vegas. No volvió a ver al rubiales en toda

la semana, pero no por ello había dejado de pensar en él.

Sobre todo por las noches, cuando acostada en su cama

recreaba una y otra vez en su mente su último encuentro. Si

el primer beso ya la había dejado confundida, el segundo

para qué contar... Se recriminó infinidad de veces su

comportamiento de la última vez por haberse quedado como

una colegiala enamorada esperando a que él la besara. Con

lo ágil que era ella para dar contestaciones y resulta que

aquel día, las malditas palabras que tantas veces le

resultaban fáciles de pronunciar, habían brillado por su

ausencia. Al final, cabreada con ella misma se había

prometido que no sería así la próxima vez que se vieran.

Cuando el muy gilipollas volviera a cruzarse en su camino,

sería él el que se quedaría sin palabras. Cómo que se

llamaba Sheila que sería así.Por otro lado, Dairene no se creyó lo del concierto

hasta que no la vio haciendo la maleta. Como una madre

pendiente de su hija, le había hecho montones de preguntas:

«¿Con quién vas?». «¿Dónde vas a alojarte?». «¿Tienes

dinero suficiente?». Y por último: «Ten mucho cuidado por

favor, diviértete sanamente y no hagas locuras, mira que

cuando una está en Las Vegas se olvida de todo y la acaba

liando». ¿Le diría aquello por experiencia propia? Sí, seguro

que sí. Decidió que no iba a hacerle caso en aquello último,

no por nada en concreto, sino porque por primera vez en

mucho tiempo, le apetecía divertirse de verdad. Obviamente

no se lo dijo a ella. A quien sí se lo dijo fue a Jenny en

cuanto el avión despegó.

—¿Sabes qué te digo, Jenny?—Preguntó mirando a

su amiga.

—¿Qué?

—Este fin de semana pienso soltarme la melena y

disfrutarlo a tope.

—Déjame que lo dude...—fue la respuesta de su

amiga.

—Te lo digo totalmente en serio.

—¿Estás segura?

—Completamente. Cómo un tiarrón de esos que

andan por ahí sueltos se me ponga a tiro... ¡Zas!—dijo

dando una palmada con ímpetu—. Iré a por todas.

—Si tú lo dices...—Ya lo verás. Este fin de semana no seré yo ni mi

Bienvenida al club,relajate y disfruta.(Lust #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora