Un incidente con un socio que se había puesto algo intenso
en una de las habitaciones, llevó a Oliver a su despacho para
solucionarlo. Un contratiempo de última hora con el que,
evidentemente, no había contado y que por suerte, no lo tuvo
ocupado demasiado tiempo. El socio en cuestión, iba un
poco pasado de copas y se entusiasmó demasiado con su
acompañante, no solía pasar ese tipo de cosas en el club,
pero por desgracia siempre estaba el gilipollas de turno que
se pasaba las reglas por el forro de los cojones. Cabreado,
se sirvió un trago de ese agua de vida que guardaba en la
vitrina como oro en paño y, se lo bebió de un trago. Cuando
Lucy lo avisó de lo que estaba sucediendo arriba, todavía no
había visto ni a su hermana ni a la asturiana. ¿Qué narices las
mantenía tan ocupadas en el aseo? Esperaba por el bien de
ambas que no estuvieran tramando algo, porque el horno no
estaba para bollos precisamente en ese momento.Sheila, buscó desesperada a Oliver en todos los
salones del club sin éxito. ¿Dónde mierda se habría metido?
La última vez que lo vio, estaba acompañado por la pelirroja
Blancanieves, ¿no estaría encerrado con ella en alguna de las
habitaciones, verdad? Sólo de pensarlo, el estómago se le
contrajo. «No, él no sería capaz de hacerme algo así»—se
tranquilizó. Se aproximó a Dairene que contenta coqueteaba
con un tipo al que ella no conocía.
—Disculpa que te moleste, Pocahontas, ¿puedo
hablar contigo un momento?
—Por supuesto—miró a su acompañante y se
disculpó con una candorosa sonrisa—. Ahora vuelvo, Aladín
—luego se alejaron unos pasos para hablar sin ser oídas—.
¿Ya has hablado con mi hermano?
—No, aún no.
—¿Y a qué esperas?
—Es que no lo encuentro por ningún lado, parece
que se lo ha tragado la tierra. ¿Tú lo has visto?
—No, no tengo ni idea de dónde puede estar. ¿Le
has preguntado a Lucy? A lo mejor ella sabe algo, quizá te
esté preparando esa sorpresita.
—Eso, ponme más nerviosa de lo que ya estoy,
mujer.
—Deja de pensar en gilipolleces y haz lo que
acordamos en el baño, Maléfica.
—Lo estoy intentando, pero no encontrarlo me
complica las cosas, ¿sabes?—Mira, acércate al mostrador y pregúntale a una de
las chicas.
—Está bien, voy a ver si me entero dónde coño se
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Bienvenida al club,relajate y disfruta.(Lust #2)
RomanceSheila, una asturiana de armas tomar que abandona su tierra natal dispuesta a buscarse la vida, y de paso, recuperar el control de ésta, llega a Nueva York arrasándolo todo a su paso con su fuerte personalidad. Dos titanes que están destinados a enc...