Capitulo 14

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Dos semanas. Ese era el tiempo que había pasado desde su

último encuentro con la asturiana. Cada vez que pensaba en

todo lo que había pasado aquella noche... Tenía que

reconocer que la tía tenía los ovarios bien puestos. No le

había temblado la mano a la hora de invitarlo a jugar para

después dejarlo atado al poste de una cama completamente

desnudo y excitadísimo. Qué cabreo se había pillado cuando

se dio cuenta de que aquella puesta en escena tan bien

elaborada no era más que una venganza por haber dicho de

ella cosas horribles. Y él que creía que lo que pasaba era

que a ella le iba el rollo BDSM y era un ama... ¿En qué

demonios estaba pensando para creer que aquel absurdo plan

suyo iba a obtener resultados positivos? Se había

equivocado totalmente al hacer las cosas. Por su afán de

conseguir sus propósitos, se olvidó de las reglas más

básicas. Pero sobre todo, se olvidó de que ella no era como

las demás. No. Ella era diferente en todos los aspectos. Por

eso quizá, la tuviera en el pensamiento día sí y día también,

llegando a pensar a veces que lo que le pasaba era que

estaba obsesionado con ella. Ni siquiera Lilian en sus

mejores tiempos ocupó tanto su mente. Ella le gustaba. Todo

de ella le gustaba, para qué mentir si era la puta verdad.Hasta su carácter lo traía loco. Tan pronto estaba de una

mala hostia que era capaz de arrancarte la cabeza con un

simple gesto pareciéndote un ogro, como que te encandilaba

con su sonrisa contagiosa de niña pequeña siendo la más

dulce de las princesas. Era auténtica. Única. Y él, estaba

cayendo en su embrujo a pasos agigantados, no lo podía

evitar.

Aquella mañana, cuando se despidieron en la calle

después de tener una pequeña bronca y un sexo increíble, le

dijo que el día anterior lo habían llamado de Las Vegas para

comunicarle que su boda era legal. Una pequeña mentirijilla

que esperaba lo ayudara a conocerla más. Mucho más.Tenía un nuevo plan que no tenía nada que ver con el

rollo sexual. Esta vez funcionaría, estaba seguro de ello. Su

reacción al saber que estaban legalmente casados había sido

un encogimiento de hombros y una palabra. «Soluciónalo».

¡Increíble pero cierto! No había vuelto a verla, y tampoco a

hablar con ella. En primer lugar porque un viaje de negocios

lo había llevado diez días a Michigan. Y en segundo, porque

cuando habló con su amigo Ricardo antes de que éste y Angeles

se fueran a disfrutar el regalo de cumpleaños de sus padres,

Bienvenida al club,relajate y disfruta.(Lust #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora