Personaje: Arizona Robbins.
Arizona.
La vida da golpes muy fuertes, pero sin duda el golpe más fuerte que he recibido es no tener a Callie conmigo, Callie es la mujer que más he amado en todo el planeta y es la madre de mi hija, ahora que se fue a New York con ella es como si me fuera arrebatado un pedazo de mi. Lo hicimos mal, muy mal y pienso que pudo ser mejor, pero solo fue cuestión de ambas y en parte más mía porque soy una cobarde cuando me lo propongo.
Ahora simplemente puedo ir del hospital a mi casa y muy pocas veces salgo, justo como hoy que estoy sentada en el parque tomando un café mientras veo a las personas pasar junto a su familia, me relajaba estar aquí y no estar sola en casa. Amo el parque y solo con estar sentada al aire libre ya es un logro para mí, sentí que algo golpeó mi brazo y me quejé, cuando miré a mi derecha era una pelota, fruncí el ceño y la recogí, era pequeña y estaba babeada.
— Lo siento— una chica se acercó, estaba en ropa deportiva y jadeando, su perro venía detrás.
— No hay cuidado— sonreí devolviéndole la pelota.
— Gracias— sonrió haciéndome sonreír más — la lancé muy fuerte y Ky no pudo alcanzar— el pequeño cachorro se acercó y lo acaricié sonriendo— me llamo _______ — miré a la chica quien extendió su mano, la tomé estrechándola suavemente.
— Arizona Robbins— ella sonrió mirándome.
— Encantada de conocerte, Arizona— sonreí y Ky ladró moviendo su cola— también está encantada de conocerte — reí un poco soltando la mano de la chica y acaricié al cachorro— ¿Vienes seguido?— miré a __________ y negué.
— No tanto, no salgo mucho y el hospital a veces no me da el tiempo— ella asintió.
— Vale, pensaba que venías seguido— miró a Ky— pensaba en pedirte que fueras nuestra guía en Seattle, Ky y yo nos acabamos de mudar por trabajo— sonreí un poco.
— ¿De qué va eso?— ella se sentó a mi lado y Ky se echó cerca de sus pies.
— Mis hermanos son dueños de varias empresas, se abrirá una sucursal en Seattle, seré la que la dirija— sonrió — ¿Suena las empresas de L-corp?— abrí un poco mi boca sorprendida— parece que si— rió un poco— a mis hermanos y a mí nos va la tecnología, programación, bioingeniería y más — mordió su labio intentando aguantar la risa, de seguro mi expresión era de mucha sorpresa — tendremos una sucursal aquí en Seattle que beneficiará a los hospitales de aquí, en especial al Grace de Seattle Mercy West— reí un poco.
— Esto es increíble, es donde exactamente trabajo— suspiré.
— ¿Doctora?— asentí — ¿Puedo adivinar?— reí un poco.
— Veamos si puedes— me acomodé en la banca.
— Déjame ver— me examinó con la mirada— sonrisa de mil megavatios, ojos brillantes, cabello impresionante y alma risueña— ella pensó un poco y sonrió — ¡Área de pediatría!— la miré sorprendida.
— ¿Cómo?— ella rió un poco.
— Cuando era niña pasé toda mi niñez en esa área, puedo reconocer a una pediatra en donde sea— sonreí — entrar y salir de pediatría tiene sus ventajas — negué y ella iba a decir algo hasta que su celular sonó.
— Lo siento— sonrió y se colocó de pie para así contestar, la miré y suspiré por lo linda que era ella, luego de un momento regresó — debo irme, tengo una reunión — sonrió un poco— ¿Te veré luego?— me sonrojé sonriendo bajando la mirada.
— Tal vez— ella tomó mi mano y la besó, luego le indicó a Ky que se levantara y comenzaron a caminar, sonreí mucho más al verla irse caminar con gracia.