METEOROS || •NAMJIN•

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NamJoon y Seokjin no se llevaban mal, no eran amigos pero sí mantenían una convivencia cordial, ambos sabían las preferencias del otro y no tenían problema, pues al fin y al cabo el matrimonio había sido meramente una inversión, no tenían necesidad de desarrollar una relación de amor y aunque tenían que guardar las apariencias ante sociedad no se les hacía difícil, pues la mayor parte del tiempo se pasaban en las oficinas del conglomerado y las pocas veces que llegaban a ser vistos solo mostraban una sonrisa a la cámara y la gente quedaba encantada.

—Mi padre ha reservado hoy a las 8, paso por ti a tu oficina - se dirigió el más alto al castaño.

—¿Hoy? Tengo una reunión, avísales a tus padres que llegaré tarde, no, mejor yo mismo me disculpo personalmente - dijo el castaño a la vez que servía una taza frente a NamJoon.

—¿Por qué sigues haciendo tú el desayuno? Ya te he dicho que contrates a alguien que te ayude, trabajas y te encargas de la casa, es mucho trabajo para ti

—Me gusta cocinar - Jin alzó los hombros restándole importancia - y la limpieza de la casa no es mucha, nunca estamos, tú te encargas de tu habitación y yo de la mía, lo demás es solo remover polvo acumulado

—Como quieras, pero no puedes llegar tarde, es nuestro aniversario, hoy cumplimos un mes de esto.

—¡Oh, carajo! Lo olvidé por completo, moveré mis horarios, entonces, me voy, tengo que avisarle a Jeon

—¿No vas a desayunar?

—No tengo hambre, aunque esto huele muy bien - dijo señalando una pequeña torre de panqueques - solo tomaré uno, me voy.

Y sin esperar respuesta salió de la cocina, tomó su maletín y salió de casa, fuera ya lo esperaba un auto negro, nada extraordinario pero muy bien cuidado y limpio.

—Buenos días JK, ¿qué tal estuvo tu fin de semana? - se dirigió el castaño con amabilidad a su relativamente nuevo asistente.

—Bien señor Kim, le agradezco por preguntar - dijo el menor haciendo una pequeña reverencia.

—¡Oh, vamos! Ya te he dicho que no tienes que ser tan formal conmigo, ya vas a cumplir un mes a mi lado y sigues hablándome como si fuera un anciano.

—Una disculpa, solo que aún no me acostumbro - dijo el menor mostrando una linda sonrisa de conejo

—Te bajaré el sueldo si continúas así - por el retrovisor vio como abría en demasía los ojos JungKook, Jin soltó una carcajada - solo bromeo, no lo haré, por cierto, quiero que adelantes la junta una hora antes de lo planeado, avísale a todos por favor, tengo un compromiso personal.

—No desea - y antes de que Jin fuera consciente, JungKook corrigió - ¿no deseas que mejor la cancele?

—No se me hace correcto, creo que no les importará si se adelanta solo una hora, si la mayoría tiene problemas cancela y quedo a disposición de ellos.

JungKook solo asintió, le agradaba su jefe, había sido amable desde que se convirtió en su asistente, la mayoría del trabajo lo hacía Jin y prácticamente él solo se encargaba de llevarlo y recordarle sus horarios, sabía que era el mejor jefe que pudo tener, considerado, con buen humor, amable y accesible, pero también creía que hasta cierto punto ese era un defecto, pues en más de dos ocasiones ha visto como los accionistas se oponen a las peticiones de este y no toman en cuenta su posición dentro de la empresa.

—Ese mocoso, cree que puede manejar nuestro tiempo solo por ser el hijo del director

—Con todo respeto, señor, no es educado que se exprese así de un superior, el joven Jin trabaja duro, nadie, ni su padre le ha regalado nada dentro de esta empresa – dijo JungKook con la mirada baja, sabía que no debía responder u opinar, y aunque Jin no lo supiera, JungKook comenzaba a tomarle cariño.

—Tampoco es educado que le respondas así al señor Choi, eres igual de insolente que tu jefe - dijo el viejo Lee que se encontraba en la oficina de Choi.

—Como sea, dile a tu jefe que moveremos todo nuestro horario solo por asistir a esa reunión tan importante con él - Jeon notó el sarcasmo en las palabras del mayor pero no dijo nada, hizo una reverencia y salió para preparar lo necesario de la reunión.

—No veo la hora de que Kim se retire para poder sacar a ese mocoso de aquí - por alguna extraña razón, Choi odiaba a SeokJin y era un secreto a voces, pues los empleados rumoreaban en los pasillos, rumores que había llegado a oídos de los recién casados.

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