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—SeokJin, vámonos - dijo NamJoon desde la puerta de su oficina, Jin asintió y tomó sus cosas - no vi a Jeon, ¿por qué no estaba en su puesto?

—Le dije que me iría contigo, así que lo mandé temprano a casa.

—Debería salir al mismo tiempo que tú, eres muy flexible con él.

—Se lo ha ganado, trabaja duro.

—Solo lleva un mes contigo, no puedes sacar conjeturas tan pronto.

—Lo he observado casi desde que entró a la empresa, fue subiendo de puesto, sabes, le costó lo mismo que a mí llegar a donde estamos, yo fui quien lo pidió como mi asistente.

—Ya veo - dijo sin más NamJoon, llegaron al sótano y subieron al auto del más alto, se dirigieron en silencio a la dirección del restaurante reservado, los silencios eran habituales entre ellos y no les molestaba, preferían eso a sentirse incómodos al tener que crear temas que a ninguno le importaba.

—Los señores Kim - dieron el nombre de la reservación y un camarero los condujo al ascensor, en el tercer piso donde se encontraban las áreas VIP, NamJoon casi choca con Jin, pues este se quedó sin avanzar, se llevó las manos a la boca y sus ojos brillaron, frente a ellos un tenue camino de pétalos lilas y blancos conducían a una mesa redonda decorada con una pecera que contenía una vela flotando en el centro y rosas blancas y rosas rodeándola, la iluminación brindaba un ambiente cálido con esas pequeñas luces en serie colgando sobre ellos.

—¿Nuestros padres aún no llegan? - preguntó NamJoon sacando del asombro a SeokJin

—La reserva es para dos personas, esas fueron las instrucciones del señor Kim - dijo el mesero inclinado levemente la cabeza.

—Bien, vayamos a sentarnos - dijo hacia el castaño posicionando una mano sobre su cintura con el fin de dirigirlo, era un toque leve pero que no pasó desapercibido para Jin, pues era escaso el contacto físico que llegaban a tener, contacto como simplemente rozar sus hombros o tomar sus brazos cuando tenían que posar ante sociedad.

Quizá para NamJoon no significaba nada, pero SeokJin no podía evitar ponerse nervioso cada vez que eso llegaba a pasar, porque sí, se sentía atraído por el más alto, lo conocía desde pequeño y aunque nunca fueron amigos, ambos sabían la historia del otro, Jin vio como de ser un chico alto y delgado, NamJoon se había transformado en un hombre alto y fornido, la pubertad le había sentado de maravilla, a diferencia de él que siempre ha sido delgado y solo unos centímetros más bajo.

—Aubert Pinot Noir Sonoma, el mejor vino tinto que tenemos en nuestra reserva - dijo el camarero sirviendo dos copas, 2 meseros se acercaron con diferentes platos posicionándolos en la mesa, en el primero se encontraba un corte T-Bone , el segundo contenía una pasta estilo Alfredo y en el otro zanahorias cherry y espárragos salteados en mantequilla y maíz al vapor para cada uno – buen provecho - dijo el mesero antes de dejarlos solos.

—Vaya, esto se ve delicioso - mencionó Jin cortando un trozo de carne - me equivoqué, sabe espectacular - corrigió con una sonrisa en el rostro una vez probó la comida.

—De haber sabido que nuestros padres no estarían, no nos hubiéramos presentado - comentó NamJoon

—¿Tanto odias estar conmigo? - los ojos del más alto se dirigieron a Jin, pero este mantenía su mirada clavada en su plato y los cubiertos habían sido soltados.

—Discúlpame, no quise decir eso, me refiero...

—No hay necesidad que te disculpes, comprendo lo que es estar conmigo, vámonos ya.

Jin se levantó de la mesa, pero el agarre sobre su muñeca le impidió avanzar, no se giró y espero a escuchar algo del contrario, pero esto no sucedió, así que de un tirón se soltó del agarre y camino hacia la salida.

—Al menos terminemos de comer, si nos vamos, el personal esparcirá rumores y no sería conveniente para nosotros, además, la comida te ha gustado, disfrútala - dijo NamJoon que ya se encontraba a lado de SeokJin, este solo asintió y regresaron a la mesa en silencio y continuaron comiendo sin decir una palabra, el más alto solo veía como Jin mantenía clavada su mirada en su plato, sabía que ya no estaba disfrutando de la cena, al parecer, ese mes juntos Joon había puesto más atención de la que el contrario se imaginaba.

—Dame un minuto - dijo el moreno antes de levantarse de la mesa y salir del área VIP.

20 minutos habían pasado y NamJoon aún no regresaba, 20 minutos en los que Jin terminó su comida y había ingerido al menos 4 copas de vino, se sentía un tanto mareado y decidió salir al balcón, el aire fresco golpeó su rostro y se sintió más relajado, quizás sea hora de regresar solo a casa.

En cuanto se giró, NamJoon entró al balcón y extendió un ramo de peonias blancas, Jin las miró por unos segundos y después las tomó tímidamente.

—Me disculpo de manera sincera por no haber escogido adecuadamente mis palabras, sé que esto es solo una farsa, pero no te odio, eres solo una víctima en todo esto.

Jin se sentía confuso, pues se sentía conmovido por el detalle de NamJoon, aliviado porque no lo odiaba, pero su pecho se apretaba al analizar las palabras "esto es solo una farsa".









METEOROS  ||  •NAMJIN•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora