METEOROS || •NAMJIN•

18

Park Jimin sabía lo que llegaba a provocar en las personas, robaba miradas tanto en hombres como en mujeres, y aunque prefería más la primera compañía no se negaba a alguien que le pudiera dar un buen sexo.

En cuanto entró tras Jackson por las puertas de las oficinas de JJ-KIM percibió todas las miradas puestas en ellos, en un principio creyó que solo veían al señor Wang, pues admitía que era un hombre atractivo, pero sus dudas se aclararon al quedarse unos pasos tras el mayor y los ojos no siguieron a Jackson, sino continuaron en él, una sonrisa apreció en sus labios y de manera natural alcanzó a quien lo guiaba.

-Señor Kim, permítame presentarle al Licenciado Park Jimin

Jackson lo presentó, ante él, un hombre alto con músculos marcados por sobre la camisa blanca, piernas largas y unos lindos hoyuelos a lado de unos labios carnosos se levantó de detrás del escritorio, Jimin hizo una reverencia y extendió la mano.

El moreno la estrechó y un pensamiento lo inundó: ¿cómo se sentirá tener esas grandes manos sobre él?

El resto de la tarde fue relativamente tranquila, Jackson fue el encargado de enseñarle las instalaciones administrativas y le explicó que una vez cada semana iban a los complejos hoteleros haciendo labor de campo, nada pesado de qué preocuparse.

Al rededor de las 6 de la tarde, Jackson tuvo que retirarse, dejando al menor rubio con su nuevo jefe.

-Dígame señor Park, ¿qué opina sobre todo lo que le ha informado el señor Wang?

-Para ser sincero, nuca he hecho trabajo de campo, siempre he estado en oficina, pero no dude que daré lo mejor de mí.

-No es nada del otro mundo, igual en todo lo que tenga duda, voy a ayudarlo en lo que se adapta.

-Es muy amable, le agradezco - Jimin sonrió y NamJoon sólo observo esos labios elevarse, desvío la mirada y continuaron trabajando.

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-¿Usa maquillaje, señor Park?

El menor se sorprendió por la pregunta personal, ya que después de casi un mes trabajando juntos, el moreno no le había cuestionado un aspecto meramente íntimo.

-Sí, ¿le molesta, señor Kim?

-Para nada, le queda bien.

Y ahí estaba otra vez esa sonrisa socarrona por parte del rubio.

Trabajando con NamJoon se había dado cuenta que era un hombre serio, llegaba y se iba de la oficina con su esposo, no había momento en que dejara las formalidades, no solía hablar tema que no estuvieran relacionados al trabajo, lo normal de un jefe, pero Jimin quería saber más.

Por alguna extraña razón se había casi obsesionado con conocer de manera personal al moreno, algo despertó en él en cuanto lo vio, y no es como si no lo conociera, sabía perfectamente quién era, pero estaba más que seguro que las cámaras no le hacían justicia a su gran atractivo.

Kim NamJoon era un hombre totalmente prohibido y eso lo tenía más que claro, veía la relación que tenía con su esposo, el cómo se miraban y sonreían hermosamente cada vez que se encontraban, los detalles que el moreno le daba, ya que era él quien iba dos veces por semana a la florería a realizar los pedidos.

Pero Jimin era un hombre inteligente y perspectivo, él tenía consciencia de las miradas fugaces que NamJoon le hacía, especialmente a sus labios cuando sonreía o comía algo, y cuando por descuidos se adelantaba, notaba su mirada sobre su retaguardia, pero a pesar de esas acciones lascivas, NamJoon siempre le había brindado respeto.

-Señor Kim, ¿le gustaría comer juntos el día de mañana?

Notó la sorpresa en los ojos del moreno, pero no se retractó, sabía que podría perder su trabajo y prácticamente toda su carrera estaría echada a perder si intentaba algo y no salía de la manera en que él quería, pero era Park Jimin, él prefería saber lo que pasa verdaderamente, a imaginarse los escenarios ficticios de "lo que pudo ser".

Sabía cuándo retirarse de una batalla y cuándo avanzar, eso lo había descubierto a lo largo de los años, no era experto, pero sí tenía la confianza, no por nada sus parejas casuales para el sexo eran innumerables, y tenía la certeza de que sabría cuándo retirarse y esperar algo con su jefe.

-Está bien, podemos pasar a comer después de ir al complejo de Itaewon

NamJoon aceptó, y nuevamente vio esa sonrisa contraria que le comenzaba a parecer atractiva.

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