Capitulo uno: Cruel realidad

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"Lo difícil no es olvidar el pasado, es olvidar el futuro que te imaginaste."

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Distrito Cromaffo- Casa de los Davies.

01 de Diciembre de 2029

07:35 a.m

Mía Davies

El ambiente ligero y la paz que se respira a ésta hora de la mañana no tiene comparación, por eso y otras razones me gusta desayunar temprano, a solas y sin ningún humano presente que irrumpa mi tranquilidad.

Me encontraba en la cocina de mi humilde morada- nótese el sarcasmo- porque de humilde no tiene nada, la cocina era de esas que salen en las revistas, espaciosa, un gran mesón de cristal dividía la mitad de esta, dejando en un lado los respectivos tres sillones altos para quién quisiera desayunar y frente a este estaban los instrumentos para cocinar, cocina, nevera, estufa, y no podía faltar los cajones en la parte alta y baja ubicados uno al lado del otro.

Las paredes negras hacían un buen contraste con el color blanco de los cajones haciendo lucir todo refinado y limpio. En la silla de la esquina  con mi taza favorita llena de cereal y leche, me encontraba yo, raramente de buen humor, lo cuál no sabía cómo interpretar. Hoy era uno de esos días donde el sol se asoma por el horizonte en todo su esplendor, tiñendo el cielo de varios colores, amarillo pálido, rosa y morado en un tono oscuro y opaco.

Lo que quería decir que hoy sería un día soleado como muy pocas veces sucede en la fría y lluviosa cuidad Cromaffo.

—¡Mía, no puedes hacer eso! —Chilló mi nana entrando a la cocina como si la hubiera invocado el mismísimo lucifer.

La mire un momento sin comprender a qué se refería, dándole un breve repaso a su atuendo, llevaba su vestido negro y largo, su cabello marrón oscuro caía libremente sobre sus hombros y llevaba maquillaje sutil, lo que quería decir que iba de salida.

Sus ojos marrones me miraba con reproche, o es creo,la verdad era que no me miraba en realidad,  seguí su mirada que estaba clavada en mi plato de cereal con leche, mi boca haciendo un mohín sin contenerse.

Oh, vamos. ¿Ya empezamos?

La ignore categóricamente, no quería pelear con nadie a estás horas de la mañana. Los demás seguían durmiendo y quería aprovechar la paz y tranquilidad del momento y espero que mi nana no me quite eso.

Me quedo en mi lugar en la cocina terminando mi desayuno, está claro que yo no puedo comer está clase de cosas pero, por una vez no está mal .

¿O sí?

La verdad es que, no me importa. Ya me cansé de vivir siempre en mi zona de confort, tengo algo en mente, y nadie me hará cambiar de opinión.

Ayer los chicos me comentaron sobre la fiesta de bienvenida que se llevará acabo en el C.P Shooting Star , también por su regreso a los juegos tradicionales de la cuidad. No es como si me emocionará la idea de estar rodeada de humanos ni nada que respire, solo iría porque los chicos muy amablemente me lo pidieron.

Nótese el sarcasmo por favor

Aunque, también iría por el juego que se llevaría a cabo, y porque desgraciadamente sigo siendo la capitana y organizadora del evento.

Sorpresa sorpresa

Por el momento, iré con esos que dicen ser mis amigos. Aunque, normal, nunca he tenido amigos de verdad, los humanos no saben valorar nada de lo que uno puede dar y la verdad no me interesa esa mierda de amistad y bla bla bla.

¿Y sí reescribimos las estrellas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora