Fragmento 15; Eres como mi estrellita fugaz

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"Ella siempre será mi sol entre tantos días grises."

M. D.

Eres como mi estrellita fugaz.

Sarah Smith

Parque : El corazón de la montaña.

17:50Pm

- ¿Por qué te hace eso? -Le pregunté luego de que se calmó un poco, hablar de su mayor secreto siempre le era difícil y callarlo la estaba matando, agradezco que haya confiado en mi para hablarlo.

Mía mira al cielo con tristeza y luego se encoge de hombros.

Allí viendo el atardecer, en nuestros columpios, quise protegerle y mandarla a Groenlandia para que nadie pudiera dañarla más de lo que la habían dañado ya.

- No lo sé, Sari...-Susurró ella.- Mami decía que la vida es injusta... Que nunca esperará nada de nadie y supongo que tenía razón.

Suspiré  frustrada, me importaba una mierda la vida, sabía que era injusta, pero, nadie en su sano juicio quisiera pasar por eso. Nadie tendría porqué pasar por algo así.

Joder

Necesitaba matar a alguien.

- Me importa un reverendo rábano, Mini. -dije molesta.- Nadie tiene derecho a hacerle algo así a nadie y mucho menos tienen derecho a lastimarte...

Teníamos dieciséis años y esa fue la primera vez que MI hermana, mi mejor amiga, mi alma gemela, no acepto un abrazo mío, y la entendía y me jodia a partes iguales, no quería verla llorar y simplemente no poder abrazarla.

- Joder geme...-Susurre con dolor al verla rechazarme.

-No.-Me corto cuando quise acercarme nuevamente.- Esta bien, duele y tengo que aceptar que, la persona que se supone debía protegerme, me hizo daño y no creo poder repararlo. Pero está bien.

Miramos el atardecer en silencio, solíamos hacer mucho esto, todas las tardes, así estuviéramos llorando, enfadadas, siempre volvíamos aquí. Y espero que así sea siempre.

Y entonces ella dijo algo que de haber podido, nunca lo hubiera escuchado.

- Estoy enferma.

- ¿Qué?

- Eso. Estoy enferma, Sarah -Me miró entonces y comprendí para bien o para mal que no era ninguna broma- Tengo LLC, cáncer.

Mi pecho pesó con sus palabras y apreté fuerte la mandíbula conteniendo mis emociones.

- No quise decirte antes, porque pensé que podía sanarme pero, volviste del viaje y aún sigo igual y como no quería que te enterarás por alguien más...

-¿¡Estabas enferma desde hace tiempo!? ¡¿Por qué no lo sabía?! ¡Joder! -Hablé sin más, soltando todo sin pensarlo.

- ¡Cálmate! ¡No quise decirte porque sabía que esto iba a pasar!

- ¡Tengo derecho a saberlo! ¡¿Que pasa si te mueres?! ¡¿Me quedo con la duda de por qué te fuiste?! -solté frustrada y dolida por su actitud, éramos mejores amigas, cosas como estás no podían ser guardadas.

- ¡Ya lo sé! -Me gritó frustrada-¡No quería lastimarte! ¡No quería que me vieras con lastima! ¡No quería tu lastima!

La mire entonces, estaba llorando, su cabello castaño claro llegaba a su cintura, tenía la piel más pálida que de costumbre y sus ojos de diferentes colores ya no brillaban.

Fue entonces cuando entendí: Mía estaba sufriendo. Y yo no podía hacer nada para ayudarle está vez.

No podía

- Lo siento...-Susurre desanimada - Yo solo quería...

- Ya sé, ya se, no es nada fácil para mí.

- ¿Estarás bien?

- No lo sé, Sari, no lo sé.

Luego de eso solo nos quedamos allí, sentadas en nuestros columpios, a lado de la otra, sin nada que decir, sin palabras vacías, solo bastaba con nuestra compañía.

- Geme...-La escuché llamarme.

- Hum...

- Tengo miedo...-Admitió en voz baja.-No de la muerte, de sufrir, seguir haciéndolo, de dejar mi de vivir para convertirme en una sobreviviente y arrepentirme luego...

Respire hondo con gran dificultad, tenía que ser fuerte, no podía llorar, no ahora, no ahí.

- Si en algún momento estás sobreviviendo, yo me encargaré de hacértelo saber.-Prometí.

Y sí lo hice, años más tarde cumplí mis promesa.

- ¿Sabes, Mía? -Murmuré distraída, sentí su mirada, curiosa. - Eres como mi estrellita fugaz

Voltee a verla, sus cejas fruncidas en confusión, su mirada llena de expectativa.

- Explícate.

- Si algún día me faltas, entenderé, que viniste a mi vida para hacerla brillar pero, no eras para siempre y luego de un tiempo, tuviste que irte a iluminar otros cielos. -Le explique, sus ojos brillaron con las lágrimas al comprender el significado de mis palabras.

- Pero...

- ¿Que prometimos? -La corto antes de arrepentirme.

- Encontrarnos.

- Nos veremos en otro cielo entonces.

Y espero y sea cierto.

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⏰ Última actualización: Jul 18 ⏰

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