Veinte. Intuición

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Rebecca y yo habíamos tenido momentos mucho mas cercanos desde la confesión de ambas. Yo me sentía muy feliz a lado de ella, pero la preocupación me llegaba cuando me daba cuenta que lo que teníamos era parecido a una relación y yo definitivamente no estaba lista para aquello.

Cuando esto pasaba me alejaba de ella por unas horas para poder aclarar mis pensamientos, pero Rebecca era tan comprensiva que siempre estaba ahí después de eso.

–¿Estás segura de querer seguir con esto? –me preguntó Cole después de contarle todo lo que sentía últimamente.

–Pero si no tenemos nada, le dije que no estoy lista para una relación –dije echando mi cabeza para atrás.

–No formalmente, pero actúas como si la tuvieran y luego te alejas de ella. Porque sé que aún amas a tus ex, creo que deberías de darte el tiempo de superar eso.

–¿No es mejor avanzar de una vez por todas y dejar de pensar en ellos? –pregunté un poco alterada.

–Danielle, no creo que funcione así...

–Se supone que deberías apoyarme, eres mi amigo, parece que te importan mas ellos dos que yo –dije y me levanté de mala gana.

–No es así, lo digo por que no quiero que ni tu ni Becky salgan lastimadas.

Le di la espalda a Cole y me fui de mala gana, pues yo esperaba que él me apoyara en mis decisiones que no me detuve a pensar en su razonamiento. Estaba haciendo una rabieta, lo sabía, pero no quería perder a Becky o la oportunidad de estar con ella.

Llegué molesta a la habitación, Rebecca ya estaba ahí y me miró desconcertada, segundos después se sentó en su cama.

– ¿Qué ocurre? – preguntó mirándome comprensivamente.

–Tuve una discusión con Cole.

–¿Puedo saber la razón?

–No – dije cortantemente.

–Cole no quiere que estés conmigo porque es amigo de Gilbert ¿no?

–No como tal, aunque supongo que está de lado de ellos.

–Lo sé –dijo mirando al suelo.

Los días siguientes no hablamos con Cole, pues ambas creíamos que él estaba del lado de mis ex, pero la verdad es que Cole estaba siendo mas madura que yo en esta situación.

Él nos observaba de lejos con gesto de desaprobación, pero no se acercaba y yo agradecía que no lo hiciera.

El fin de semana nos marchamos hacia nuestra próxima presentación, era de un hombre de muy buen ver que se había acercado a hacer el trato con nosotras en la última presentación que habíamos tenido.

Una vez que nos vestimos salimos de la habitación y me detuve, miré hacia donde dormían los muchachos y sentí un vacío. Pues Cole nos acompañaba a las presentaciones desde que Gilbert lo mandó a buscarnos.

– Vámonos, a él no le importamos –me dijo Rebecca al notar mi mirada.

–Lo siento, la costumbre.

Nos fuimos buscando la dirección que llevábamos anotada en un papel, ya conocíamos las calles cercanas a la universidad, así que fue fácil acercarnos. Estando a unas calles de distancia, escuché el crujir de una hoja seca detrás de nosotras, miré rápidamente detrás de mi hombro y no vi nada.

–¿Qué pasa? –preguntó Becky desconcertada, ya que iba distraída leyendo la dirección.

–Tranquila, solo creí escuchar algo.

Danielle de Avonlea Donde viven las historias. Descúbrelo ahora