25. Decisión

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Salí de la habitación de Anne y le indiqué a Diana que se acercara a mi con un ademán, ella accedió inmediatamente y Cole también vino a mi lado.

–¿Todo bien? –preguntó Diana.

–Me salí porque la plática me incomodó un poco, vamos a comer algo.

Nos fuimos a una cafetería cerca y les compré un pan a cada uno, también uno para Rebecca, Gilbert y Anne. Regresamos al hospital y comimos en las jardineras mientras les contaba como fue tornándose la conversación de Rebecca y Anne.

–¿Entonces Becky no reveló nada sobre lo que hay entre ustedes? –preguntó Cole.

–No, ha sido muy discreta, pero la noté triste... –dije pensando en como animarla– Chicos en verdad no sé que hacer, besé a Gilbert también y ahora me encuentro mas confundida, sobre todo porque aún me pesan las razones por las que terminamos.

–Espera... ¿Lo besaste? –preguntó Diana sorprendida. Yo asentí– ¿Cuándo pasó eso?

–Dime que no fue cuando... –inició Cole pero luego miró a Diana con mirada de sorprendida complicidad.

–Cuando fue detrás de mí y tú estabas con Anne –dije.

–Danielle... esa vez Rebecca los siguió –arrojó Diana de pronto, abrí los ojos de más.

–Si, cuando yo salí ella entró a la sala de espera y dijo que se aburrió de su plática, pero la noté triste... Y no me creí que estuviera en su plática, inmediatamente creí que los había estado espiando.

–Y así fue –dije agobiada–, ella jamás se acercó a nosotros, pero entonces vió y escuchó todo...

Mi hermana y mejor amigo me miraron con una profunda tristeza y lástima, mientras por mi mente pasaban mil escenarios acerca de toda la situación en la que me encontraba.

Después de un rato, ellos volvieron dentro para entregarles a los demás el pan que había comprado, yo  insistí quedarme mas rato afuera, no me sentía capaz de ver a nadie a la cara.

Me sobresalté al escuchar pasos venir hacia mí y con todo el esfuerzo que me provocaba la pena que sentía levanté mi mirada, encontrándome con la de Rebecca. El corazón se me aceleró.

Ella no dijo nada, sólo se sentó a mi lado mientras miraba al frente.

–¿No tienes nada que decirme? –pregunté cuando el silencio me incomodó.

–Claro que quisiera decirte tantas cosas, pero tampoco tengo el derecho de hacerlo, pues lo que teníamos no era formal –respondió aún sin mirarme.

–¿"Teníamos"?

–Tú ya decidiste con quienes estar, Anne me contó que también la besaste a ella. Y en verdad no te culpo, es una magnífica persona, pareciera fuera de este mundo su belleza interior y Gilbert... es un gran chico, atento, amable y es muy guapo...

–Rebecca yo aún no he decidido nada...

–¿Entonces planeas seguir ilusionando a los tres sin llegar a decidir algo?

–Es que no tenía planeado volver con ellos por las razones que los dejé... Por algo lo hice, sería contraproducente regresar después de eso –dije y crucé miradas con ella.

–No entiendo entonces por qué los besaste –respondió con la voz cortada.

–Yo tampoco entiendo por qué lo hice, solo me dejé llevar por el estado de Anne y por recordar el pasado.

–Lo único que si entiendo es que estuve en desventaja...

–¿A qué te refieres?

–Con ellos tienes una historia mas larga...

Danielle de Avonlea Donde viven las historias. Descúbrelo ahora