│ ┆ ✐; por voluntad propia.
UN SEGUNDO BOSTEZO SE ESCAPÓ DE LA BOCA DE MARTINA. Estaba despierta desde las cuatro y media de la mañana, y aún no había llegado hasta su casa, siendo las seis de la tarde.
A la entrerriana le gustaba tomarse su debido tiempo para estar lista. Detestaba estar a las apuradas preparándose y buscando todo a último minuto.
Todas las noches antes del colegio, después de cenar, preparaba la mochila y la ropa para el día siguiente. Así, en la mañana, lo único que debía hacer era desayunar, cambiarse y peinarse antes de de ir a buscar a Lisandro, que todavía estaba durmiendo.
Martu se quedaba sentada en una silla, viendo cómo el chico desayunaba: o más bien intentaba no dormirse sobre la mesa. Más tarde aparecía Silvina, regañándolo por no estar listo, por hacer esperar a la rubia y porque llegarían tarde. Cosa que no era cierta.
La rubia había sabido agarrarle la maña a Lisandro y su falta de organización. Llegó al punto de convencerlo que llegarían tarde, pero, en realidad, lo hacía levantarse temprano para llegar temprano al colegio.
—¿Tene' frío? —preguntó Licha, alejándose brevemente del grupo para llegar hasta Martí; quién estaba sentada en el pasto, a un costado de la cancha.
—No —negó, escondiendo las manos debajo de sus muslos. A decir verdad, sí tenía frío, pero las ganas de llegar hasta su casa eran más grandes—. ¿Falta mucho?
—Veinte minutos más.
Un quejido brotó de la rubia.
Últimamente, sus papás trabajan más para tener aunque sea un poco más de plata. Este año decidieron hacer un monto de emergencia; había meses dónde no llegaban a fin de mes, aún faltando dos semanas, o llegaban extremadamente ajustados. La idea les había parecido estupenda, a excepción del detalle que Martina quedaba sola.
Ninguno de sus papás quería que este andando sola de acá para allá, sobre todo en la casa. Podían conocerse entre todos en Gualeguay, pero eso no significaba que fuese seguro.
Con Silvina y Raúl, quiénes tampoco les gustaba que su hijo estuviese solo, concordaron con los Blanco que sus dos hijos se acompañarían a sus actividades.
Y así es como Martina tenía que esperarlo a Lisandro, dos horas extra, durante cinco días a la semana.
—Toma' —habló Licha, sacando una campera de la mochila.
—No, deja —volvió a negar la rubia—. No tengo frío.
—Yo tengo frío por vo' —mintió el morocho—. Ponétela. Me da frío de solo verte.
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PAPER RINGS | Lisandro Martínez ²
FanfictionPR| ❝I like shiny things, but I'd married you with paper rings❞ En donde Lisandro y Martina vuelven a encontrarse luego de varios años, percatándose que cada recuerdo se sentía más vivo que el anterior. ༘✧ ⴰ༢ Ó...