PR| ❝I like shiny things, but I'd married you with paper rings❞
En donde Lisandro y Martina vuelven
a encontrarse luego de varios años,
percatándose que cada recuerdo se sentía más vivo
que el anterior.
༘✧ ⴰ༢ Ó...
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│ ┆ ✐; 𝐩𝐮𝐫𝐨 𝐜𝐡𝐚𝐦𝐮𝐲𝐨.
LISANDRO TENÍA EL CEÑO FRUNCIDO MIENTRAS MIRABA A AGUSTÍN. El menor le estaba dando la espalda y parecía hacer algo a escondidas. Estiró el cuello, moviéndose en silencio para no llamar su atención. Se movió lo suficiente para ver lo que hacía y abrió la boca completamente indignado.
—¿Vos me estás jodiendo? Me dijiste que esas no te gustaban más —delató Licha, al ver lo que estaba comiendo.
Agustín se quedó quieto por un segundo y volteó a verlo, mientras masticaba despacio. En sus comisuras había migajas de color negro, debido a las galletitas.
—A la mañana no me gustaban.
—Ah, ¿y ahora sí?
—Sí —respondió, aunque sonó más a una pregunta.
—Dios —bufó con gracia—. Sos igual a tu hermana.
Martina, quien acababa de ingresar a la cocina de su casa, lo miró con el ceño fruncido y con su mano hizo un montoncito. ¿De qué hablaba ese ridículo?
—¿De qué hablas, boludito? Si eras vos el que se comía mis galletitas solo para romperme las bolas.
—Romper... ¿qué? ¿Jugas a los bolos? —preguntó mirando a su hermana.
Martí se hizo la boluda y se dio la vuelta, regresando a su pieza; incluso aunque había ido en busca de su desayuno.
—¿Cómo rompes una bola de bolos? —inquirió Agustín, ahora en dirección a Lisandro.
El morocho, con reflejos rubios, mordió su labio inferior, maldiciendo a Martina por haberlo dejado solo con ese comentario. Claramente si preguntaba, Amanda jamás había dicho un comentario así frente a Agus.
—¿Tenes una pelota acá? —intentó distraerlo. Agustín negó con la cabeza—. Bueno, cuando deje de llover compramos una y mañana jugamos, ¿dale?
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