PR| ❝I like shiny things, but I'd married you with paper rings❞
En donde Lisandro y Martina vuelven
a encontrarse luego de varios años,
percatándose que cada recuerdo se sentía más vivo
que el anterior.
༘✧ ⴰ༢ Ó...
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│ ┆ ✐; jacob la hace feliz.
MADRE E HIJO SE ENCONTRABAN SENTADOS EN EL SILLÓN, en Telefe pasaban Los Simpson desde las doce del mediodía. Amanda lo ayudaba en las tareas que tenía que terminar para mañana, teniendo al programa como sonido de fondo.
Desde que Lisandro se marchó y Fernando había muerto, Martina parecía no estar presente en la casa. Trabajaba más horas que antes, cuidaba a Agustín algunas horas y, mientras Amanda y Agus dormían, tomaba clases de programación.
La rubia intentaba mantener su mente ocupada todo el día, todo el tiempo; con tal de no pensar en el dolor que le provocaba la ida de aquellos dos hombres.
Estaba en la casa todos los días; y, aún así, parecía que no estaba dentro.
Justo como en aquel momento.
Martina se encontraba en su antigua habitación, encerrada, trabajando; mientras Jacob hacía pochoclos en la cocina.
—Mami —llamó Agustín a su madre.
—¿Qué pasa, mi amor?
Amanda estiró el cuello, intentando ver en qué punto necesitaba ayuda.
—¿Por qué Martí se enojó así con la abuela? —preguntó inocentemente, sin querer hacer la tarea frente a él.
La madre abrió y cerró la boca, sin saber qué responderle.
—Bueno... —respiró profundo y se acercó más a él—. La abuela quiere mucho a Licha. Se había puesto muy contenta cuando Mar le dijo que eran novios. Pero, desde que los dos terminaron, a la abue no le gusta la idea de que estén separados. Es más, odio que Martí tuviese que decirle que habían terminado.
—A mí tampoco me gustó —añadió el menor, sacándole una sonrisa a Amanda.
No era ningún secreto que Agustín adoraba a Lisandro. Incluso aunque el entrerriano lo había cuidado cuando era un bebé, y no estuvo mucho con él al crecer, Agus no podía evitar quererlo tanto.
Aunque, mayormente, podía deberse a que el morocho hacía demasiado feliz a su hermana.
—A ninguno de nosotros, amor —acarició el cabello oscuro de su hijo—. Pero son cosas que pasan. La abuela está intentando, de una manera muy obvia, que Martí vuelva a interesarse por Licha.
