Mí mamá es la reina de los castigos. Si buscás la palabra "castigo", vas a encontrar una foto de ella con una corona de oro blanco y debajo el titular "Zarina suprema del sadismo".
Básicamente me condenó por un mes completo. Nada de compras, nada de fiestas, salidas al autódromo u otros eventos sociales, nada de nada, solo colegio y absoluto aburrimiento, hasta del equipo de fútbol me sacó, el entrenador y ella pelearon y juro que fue como ver a Godzila vs King Kong. A pesar de todo, papá me dijo que podía recibir visitas y me guiñó el ojo. Al menos tenía eso a mi favor, pero estaba 100% seguro de que no había ni la más mínima y recóndita posibilidad de que Naya se apareciera por acá después del fiasco de la mamada.
No soy tonto, Naya ya me tiene restringido en el colegio, apenas me deja besarlo desde que nos atraparon besándonos en el SUM. Mí única esperanza eran las tardes en mi casa y con el orgullo de mi novio, estoy 100% seguro de que él preferiría arrancase el brazo antes de volver a pisar mi casa y tener que ver a mí mamá.
Es por esto que al día siguiente me esforcé como nunca en mi vida por lucir guapo, quería que él me viera y dijera "mi novio está tan bueno que voy a superar mi vergüenza y le haré visitas conyugales durante su encarcelamiento".
Mi nariz amoratada ya no lucía tan terrible y además soy un experto en maquillaje. Roxy me enseñó todo lo que sé, básicamente mi vida dependía de aprender a usar el corrector y base apropiadamente o explicarle a mí mamá por que llegaba a casa con golpes por toda la cara después de alguna pelea ocasional y aguantar un segundo Round pero con ella. No, definitivamente no.
Fui cuidadoso, incluso horneé algunas galletitas con chips de chocolate y relleno de crema que son sus favoritas.
Antes de salir de casa me miré al espejo y me dije: "Ese chico es mío, lo atrapé una vez y lo puedo volver a hacer." Y así salí. Tenés que creertelo o nunca vas a llegar a ningun lado. Podés creerme por que yo siempre consigo lo que quiero.
Cuando llegué al colegio lo busqué por todas partes, subí y bajé escaleras como un pendejo pero ni rastro de él. Lo busqué en el SUM, el salón de ciencias del primer piso y el abandonado del tercero, en el anfiteatro, el bufet, la cocina (ni sé como me dejaron entrar), la sala de profesores, el segundo patio para deportes, incluso en el salón de Radio, el de computación y entre los juegos del jardín de infantes... No estaba por ningún lado.
Me pareció un poco irreal que haya faltado solo para evitarme, con lo comprometido y responsable que es con sus estudios es imposible que se de ese lujo. Se me ocurrió que el único lugar al que no fui era la mapoteca del cuarto piso, nadie nuca iba por ahí, era el mejor lugar para esconderse. Cuando entré miré por cada rincón entre los estantes de multiples planisferios extendidos como paredes en un laberinto de montañas, ocenanos y nombres de lugares que nisiquiera sabía que existían.
Normalmente nadie va a la mapoteca, se dice que en este lugar se colgó una profesora de geografía después de que su marido la engañara con una de sus alumnas y le pidiera el divorcio. Generalmente no creo en las leyendas o los fantasmas, de no ser por que tuve a esa profesora y se de muy buena fuente quien fue la alumna en cuestión y hasta sé que a los pocos meses del funeral se casó con el ex de esa profesora. En fin, hay cosas, fuerzas de la naturaleza que la simple lógica no puede explicar, es por esto que mi plan era revisar y correr tan rápido como me fuera posible.
Estaba relativamente tranquilo hasta que escuché la puerta cerrarse.
— ¿Quién está ahí? — pregunté pero nadie respondió, el miedo me trabó la voz y mi pavor solo aumentó cuando sentí pasos acercarse por el escueto pasillo. Hice la cruz con los dedos y recé una rápida plegaria como había visto miles de veces en las películas — si es el fantasma de la Profe Colombo, por favor no me chupe el alma.
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Hambre De Ti (BL)
RomanceFranco no solo es rico, apuesto y popular, también es el bully más cruel de la escuela. Puede tener a la chica que quiera, pero él solo puede pensar en una persona... El gordo del salón.