<< me volves loco >>
Arrugó las cejas y sus ojitos negros me miraron con una mezcla a partes iguales de confusión y perplejidad.
- ¿que?
- que estoy locamente enamorado de vos.
Atrapé sus mejillas entre mis manos y no esperé a su respuesta, me apoderé de su boca nuevamente. Intentó apartarme pero no lo dejé, sujeté su nuca para retenerlo, forcé un acercamiento aun mas íntimo, mas desesperado. Tomé su cintura con fuerza, mas de la que debía, pero lo sentí tan necesario, mi cuerpo ardía en deseo, me sentía eufórico y extasiado, solo deseaba fundirme con él. Mis besos se desviaron lentamente a sus mejillas y finalmente a su cuello donde mordí ligeramente su carne y la estiré.
<< dulce >>
¿que mas podía esperar de él? Pequeños gemidos y exhalaciones abandonaba su boca cada vez que mi lengua rozaba su suave piel. Él intentaba apartarme empujando mis hombros pero simplemente no tenía la fuerza necesaria, intenté ignorarlo pero me resultó imposible.
- pa-para, franco...
temía su rechazo, pero me asustaba aún más la posibilidad de lastimarlo o que me odiara. Aflojé mi agarre lentamente. Él aprovechó la pequeña brecha para tapar mi boca con sus manos y alejarme... realmente necesitaba un respiro. Dio grandes bocanadas de aire, estaba sonrojado y agitado, una hermosa vista que valía la pena, me calentaba la sangre, de verdad lo deseaba, mordí el dorso de su mano y luego lo lamí.
- ¡para un poco! - Quitó sus manos a la velocidad de la luz con una mueca de asco y volvió a apoyarlas pero esta vez en mis hombros para mantener la distancia ganada. Cabe aclarar que no solté su cintura en ningún momento, por lo que aún estaba atrapado entre mis brazos -¿te volviste loco o que?
- si, ya te lo dije, me volves loco.
Él me dedicó una mirada dudosa, deslizó sus manos hasta mi pecho e hizo presión en un intento por alejarme.
- alejate, ¿que estas intentando?
- confesarme... y tal vez besarte otra vez, no sé, no tengo un plan - Me mordí el labio inferior, sus besos eran mejores que en mis fantasías. Me incliné para volver a besarlo pero el me dio un fuerte golpe en la nariz a puño cerrado. Por la inercia caí de espaldas y me llevé rapidamente las manos a la cara, sentí como un liquido caliente descendía por mi nariz y entraba a mi boca, el sabor de la sangre era intenso. Me rebolque en el piso en agonía, sentía mas de mil agujas punsantes clavadas en mi rostro. A pesar de su blanda apariencia, él tenía la mano dura como una piedra - ahrg, naya, eso dolió.
Cuando el dolor se volvió soportable dirigí mi mirada a naya y noté espantado como guardaba su bajo en la funda apresuradamente.
<<se está escapando>>
Me levanté tan rápido como pude, el ya cargaba su estuche al hombro, cuando me vio de pié apresuró su paso hacia la puerta, atrapé su mano en un intento por retenerlo.
- espera, naya, hablemos.
Retiró su mano con violencia, parecia asustado de mi.
- no me sigas.
Corrió escaleras a bajo y desapareció de mi vista.
Lo jodi todo, me costó tanto esta cercanía con él y sucumbi a mis arrebatos en la primera oportunidad como un idiota. No habia posibilidades de que el me volviera hablar. No volví al ensayo, me sentía estúpido y derrotado, sin naya no tenia ningun sentido seguir participando en esa obra.
Me fui a casa, estaba destrozado... mi corazon dolía, se desangraba y ardía... mi nariz también. Entré sioenciosamente, no sé para que si a esa hora no habia nadie en casa. Me recosté en mi cama, miré al techo blanco intentando recordar las palabras de naya aquella vez que estuvo en mi habitación, recordar su risa y el tono de su voz... lloré silenciosamente ¿como fui tan imbécil para terminar con algo que nisiquiera comenzó? Quería hacerme bolita y no salir de mi habitación hasta haberme olvidado de él.
ESTÁS LEYENDO
Hambre De Ti (BL)
RomanceFranco no solo es rico, apuesto y popular, también es el bully más cruel de la escuela. Puede tener a la chica que quiera, pero él solo puede pensar en una persona... El gordo del salón.