capítulo 3

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Culos gordos ¿otro fetiche más? La rítmica caminata del gordinflón parecía estar en cámara lenta. 

Soy un hombre por lo que es normal y natural que me gusten los culos grandes, que vea el culo del gordinflón no significa que yo sea homosexual o algo por el estilo, es que mis ojos están hechos para ver deliciosos culos redondos... Tampoco es que yo crea que su culo se vea delicioso ¡no! Es un simple fetiche. 

Por si a alguien le quedaba alguna duda (obviamente a mi no), esa misma noche sería la fiesta en casa de Laura y tendría las manos llenas de culos grandes... Y tetas. Culos y tetas grandes, claro. 

Aquella tarde me dediqué a las prácticas del equipo de fútbol, por lo que apenas conté con el tiempo suficiente para bañarme antes de salir.
Ya en la casa de Laura, el ambiente se puso interesante. Las chicas bailaban seductoramente al ritmo de la música. Sus pequeñas faldas ondeaban provocativamente, revelando el objeto de deseo que se apoderó de mi pensamiento toda la tarde. Prominentes caderas, delgadas cinturas esculpidas y senos rebotando, predominaban la habitación de Laura. Aquello era un carnaval de carne solo para mi. 

Selena era la diosa de la fiesta, su lugar era el centro, irradiaba una sensación de no pertenecer a aquel tumulto con su arrasadora belleza.
Una de las chicas bajó un poco el volumen de la música, mientras que otra servía más tragos para todos.
Selena fue quien me besó, era tan atrevida y experimentada, su lengua también debía ser mitad francesa. Con ella compartía cierta compatibilidad, admito que siempre me brindaba el mejor sexo. 

Me dejé caer sobre la cama mientras que Selena se quitaba la ceñida camiseta entre movimientos fluidos al ritmo de la música, como si estuviera en una propaganda de perfumes. Y ella no era la única desvistiéndose, las demás la siguieron pero no con tanto talento. Estaba ansioso por comenzar la diversión, cuando Selena me habló al oído. 

— Decime que querés, vamos a cumplir tus fantasías. 

La frase me enfrió al instante, "fantasías", yo no tenía ninguna fantasía, aquellas mujeres eran exorbitantemente hermosas pero no me inspiraban nada nuevo. No me mal entiendan, ellas eran preciosas pero en cierta medida eran aburridas. ¿Qué fantasía podía tener? Ya me había acostado con cada una de ellas, y con varias a la vez, ya lo hice sobre casi cualquier superficie, con juguetes y sin ellos, ¿una posición tal vez? Ya las había probado todas. Tal vez mi vida sexual había empezado demasiado rápido y ya no quedaba nada más, nada nuevo que fuera emocionante. 

Además, la actitud de "haremos todo lo que quieras" es aún más aburrida. Ya había vivido ese cliché varías veces, ahora no es nada interesante. ¿dónde está la iniciativa propia? Y ¿así tan fácil? Ni siquiera hay un juego de seducción o un tira y afloja. La conducta pasiva de Selena era demasiado fácil y sosa, ¿donde están los retos?¿donde están los impulsos? Me refiero a los instintos animales que se supone deberían despertar, simplemente no estaban. Yo quería el deseo de devorar cada parte del cuerpo de otra persona, la verdadera pasión.  La mayoría de las cosas me saben a poco, casi todas.

Me aclaré la garganta, estaba dispuesto a probar sus palabras, decidido a que esto funcionara. 

— ¿Puedo pedir lo que yo quiera? 

Selena sonrió y las demás asintieron efusivamente. 

— por supuesto, dejanos complacerte. 

Recorrí la habitación con la mirada y encontré a Laura en un rincón, aún traía su ropa y estaba ligeramente sonrojada, escuche por ahí que aún era virgen. 

— bien, entonces besá a Laura. 

Selena no se sorprendió por el pedido, después de todo, un beso lésbico habita en la fantasía de todo hombre. Ella se acercó a Laura y unieron sus labios lentamente. En aquel beso no había pasión verdadera, ellas no se gustaban en lo más mínimo, solo lo hacían por mi, un beso robótico sin deseo, debería ser excitante pero el resultado era el opuesto. 

Hambre De Ti (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora