Golpe de amor

Capítulo 4

MON

Abro mis ojos lentamente con el sonido del despertador, volteo y mi hermano no está a mi lado, debió despertar temprano. Me doy una ducha rápida y bajo a preparar el desayuno y el almuerzo para mi hermano.

Me llevo una sorpresa cuando veo que Yuki, ya ha preparado todo y Richie, esta sentado apunto de desayunar.

—Buenos días Mon, mamá vino muy temprano y me ayudó con el desayuno —dice mi amiga

—No debieron molestarse, ya venía a hacerlo yo —me siento culpable, no he podido hacer nada para compensar todo el apoyo que me dan.

—Ya te dijimos que no es molestia, ven, come un poco de fruta, hoy tendrás un día largo —me entrega un plato con fruta y veo que prepararon huevo revuelto y panqueques.

—Gracias Yuki, ¿Cómo dormiste enano? —mi hermano se quedaba viendo la comida como analizándolo.
—Bien, supongo —dice levantando los hombros.

—Hoy tienes entrenamiento, Sara te llevara, yo llegare tarde porque tengo que acompañar a Sam al club.

—¿Es la chica rica que tienes que cuidar? —pregunta Yuki

—Si, anoche me mando un mensaje diciendo que quería ir al club, ya sabes cosas de gente rica. Pero tú no te preocupes enano, ya arreglé todo para que no te quedes solo, Sky vendrá contigo después del entrenamiento, te ayudará con tus tareas pendientes.

—Tal vez deje el equipo —dice con la cabeza baja.

—¿Qué? ¿Por qué? Amas jugar—hace un levantamiento de hombros —Richie, habla conmigo ¿Qué sucede?

—Yo… me iré adelantando, Logan pasara por mi —asiento y mi amiga sale de la cocina.

—Richie

—Ya no quiero jugar, eso es todo —dice molesto

—Ok, tranquilo. —le digo pues estaba muy alterado —entiendo que estés pasando por un momento difícil, yo también, pero no puedes abandonar el equipo, perderás tu beca.

—Puedo estudiar en otra escuela, no necesito una donde vayan solo niños ricos presumidos.

—Richie, dime la verdad ¿Qué está pasando?

—Nada, solo no iré a entrenar, ya no quiero estar en el equipo

—De acuerdo, iré a hablar con tu entrenador, tal vez podamos llegar a un acuerdo para que no pierdas tu beca.

—No necesito seguir en la escuela, prefiero trabajar y ayudarte con los gastos. —me dice con ojos tristes.

—No, Richie, tú vas a estudiar ese es tu único trabajo por ahora, de lo demás deja que yo me encargue.

—Quiero ayudarte.

—Cumpliendo con la escuela me ayudas mucho, debes cuidar tu beca. Mamá y papá querían que te graduaras.

—Pero ellos ya no están —dice con lágrimas en los ojos.

—Lo sé, pero de alguna forma ellos siguen con nosotros y debemos hacer que se sientan orgullosos.

—Lo siento —baja su cabeza apenada —solo que no quiero que tengas que trabajar tú sola para que yo esté bien. Quiero ayudarte.

—Me ayudas mucho esforzándote en la escuela, el director me dijo que han bajado tus calificaciones y sigues sin hablar con nadie.

—Te prometo que lo intentaré

—¿Has hablado con el psicólogo de la escuela?

—Fui, pero…